Por Gabriel E. Manzanilla
CHETUMAL, 23 de noviembre.- Antes de aumentar y crear impuestos que sólo vendrán a lesionar la economía familiar, las autoridades municipales primero deben trabajar en recuperar la confianza ciudadana, reducirse gastos superfluos y aplicarse un verdadero plan de austeridad, mejorar los servicios públicos, combatir la evasión fiscal y ampliar la base de contribuyentes, transparentar el manejo presupuestal, otorgar incentivos para detonar la inversión, generar empleo, entre otras alternativas que puedan dar un respiro a la economía de la capital de Quintana Roo.
Así lo señaló el presidente de la Federación Agronómica de Quintana Roo, Miguel Martínez Cabrera, quien dijo que al aplicar el municipio todas esas estrategias, los ciudadanos podrán aceptar y sumarse al nuevo impuesto para la recoja de basura, de lo contrario sólo alimentarán el descontento y rechazo social contra un gobierno municipal que prometió un cambio que a la fecha no se ha dado.
“La sociedad está renuente a la creación o aumento de los impuestos porque todas las administraciones que llegan no han sido capaces o no han querido transparentar el manejo de la recaudación, entonces tu no puedes exigirle a una sociedad si primero no eres capaz de demostrar que el pago que está haciendo se retribuye en la mejora del servicio, se retribuye en beneficio de la población; creo que en la medida de que las administraciones públicas, así sean municipales, estatales o federales, sean capaces de demostrar que la aportación de la sociedad les beneficia realmente, en esa misma medida la sociedad va a participar con más confianza”, comentó Martínez Cabrera.
Mencionó que antes de imponer más y mayores gravámenes, el municipio necesita aplicarse un verdadero plan de austeridad, el cual sirva para recortar gastos superfluos e innecesarios, además de eliminar los grandes sueldos y privilegios de los que hoy gozan los funcionarios, pues la sociedad actualmente no se siente identificada ni ayudada por su administración municipal.
“Desgraciadamente los funcionarios no han sido capaces de demostrar que también son pueblo y que están al mismo nivel. Hoy la sociedad mira con enojo a sus gobiernos, porque mientras les siguen exprimiendo más y más dinero al pueblo, los funcionarios siguen dándose una vida llena de lujos y excesos que una persona promedio jamás se podrá dar. No hay empatía, la sociedad no se siente identificada con sus gobernantes, porque ellos tienen un ritmo de vida muy elevado e inalcanzable para cualquier ciudadano común, que finalmente siente que todos sus impuestos sólo van a parar al bolsillo de unos cuantos”, expresó el entrevistado.
El líder de los agrónomos consideró que en el momento en que el funcionario sea capaz de conducirse con modestia, con austeridad, con una verdadera transparencia en el manejo de los recursos públicos, pero también retribuyendo con sus acciones en la mejora de los servicios, de la economía y el nivel de vida de las familias, entonces en ese momento la sociedad empezará a ver a los funcionarios como iguales y podrá dar la confianza a sus gobiernos en todo lo que necesiten.
Por otro lado, Martínez Cabrera señaló que Chetumal y sus habitantes no están en las mejores condiciones económicas como para aguantar más y mayores impuestos, por lo que se deben buscar otras alternativas de recaudación que sean menos lesivas y que no afecten al pueblo.
Se necesita combatir la corrupción, la evasión fiscal y ampliar la base de contribuyentes, indicó el entrevistado, ya que eso dará mayores recursos a las arcas municipales sin tocar al ciudadano o empresario que está cautivo y que siempre paga.
“También se pueden otorgar incentivos fiscales para detonar la inversión, se pueden promover estrategias para la generación de empleos, así como otras medidas que ayuden al fortalecimiento de las empresas y la reactivación económica de la ciudad, porque si tu ayudas al empresario y al ciudadano para que crezcan y mejoren su economía, entonces ten la seguridad de que ellos te ayudarán cuando haga falta; pero primero tiene que haber esa reciprocidad, tiene que existir esa confianza que motive a la sociedad a aceptar las propuestas de sus gobiernos”, concluyó Martínez Cabrera.