De la Redacción
En 100 por ciento se incrementaron los secuestros en el municipio de Benito Juárez durante el 2019, en comparación con el año 2018, con un total de 14 casos, según el registro de delitos del Semáforo Delictivo Nacional.
Las desapariciones forzadas por particulares se dispararon sin duda durante el año que está por terminar, principalmente en la zona norte del estado de Quintana Roo.
Las cifras exactas de desaparecidos son desconocidas, pues la Fiscalía General del Estado se niega siempre a proporcionarlas y las únicas cifras fueron las reportadas mensualmente al Sistema Nacional de Seguridad Pública; cifra que en más de una ocasión se contrastaba con la realidad.
A nivel estatal, de enero a noviembre del 2019 se reportaron 22 secuestros y 644 desapariciones conocidas como privaciones de la libertad.
Durante el 2019, uno de los delitos que sin duda sufrió un importante incremento con relación al año anterior fue el de secuestro y las llamadas desapariciones forzadas por particulares, coloquialmente conocidas como “levantones”.
Mensualmente, la Fiscalía General del Estado rinde informes de los delitos cometidos en la entidad ante el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y ahí se desglosan todos los delitos incluyendo el secuestro en todos sus tipos: secuestro con calidad de rehén, secuestro para causar daño, secuestro exprés y otros delitos que atentan contra la libertad personal.
Se trata de las denuncias presentadas ante el Ministerio Público del Fuero Común, aunque hay algunas que son presentadas ante la Fiscalía General de la República (FGR), y de esas no hay manera de conocer las cifras.
De enero a noviembre de este año, la Fiscalía General del Estado reportó al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública un total de 667 denuncias por desaparición de personas en todas sus modalidades a nivel estatal, con un total de 22 secuestros, y el resto fueron denuncias por otros delitos que atentan contra la libertad personal, en las que quedan asentadas las desapariciones forzadas por particulares, comúnmente llamadas “levantones”.
El Semáforo Delictivo Nacional ofrece cifras de los diferentes delitos que se registran en cada entidad, pero ofrece también cifras detalladas por municipios, aunque el último corte que presenta es hasta el mes de octubre.
Es llamativo que en ese mes, el municipio de Benito Juárez fue el único de los 11 municipios de Quintana Roo que tiene el color rojo en el semáforo delictivo en todos los delitos del catálogo: homicidios, secuestro, extorsión, narcomenudeo, robo a vehículo, robo a casa, robo a negocio, lesiones, violación, violencia familiar y feminicidios.
De enero a octubre, el Semáforo Delictivo Nacional tiene contabilizados 14 secuestros, lo que significa que este delito se incrementó en un 100 por ciento, al ser comparado con el mismo período en el 2018, cuando se registraron sólo 7 casos.
Los cancunenses, al igual que el resto de quintanarroenses, diariamente tienen a la vista una gran cantidad de casos de personas que desaparecen y en algunos casos, nunca se vuelve a saber de ellas.
Algunos que se vuelven casos mediáticos están en la memoria reciente, pero los otros, los que no tuvieron voz para hacerlos notar, simplemente forman parte de las estadísticas celosamente guardadas por las autoridades ministeriales.
En esos casos mediáticos, sin duda, resaltan en este 2019 los de Sahir Alexis López Ruiz, quien desapareció en la discoteca “Palazzo” en la Zona Hotelera de Cancún.
Hay personas detenidas y la discoteca fue asegurada, pero del joven originario de Nuevo León nada se sabe hasta ahora, pues no ha sido localizado ni vivo ni muerto.
También figura entre los casos mediáticos el de Maximiliano González Rojas, quien desapareció el 27 de octubre en la discoteca “Distrito Cavana”.
También se aseguró el lugar, hubo cateos, detenidos pero hasta ahora no ha sido localizado.
El reclamo de los padres de ambos jóvenes se suma a los de tantos padres de familia que han perdido a sus hijos sin volver a saber nada de ellos, lo que los mantiene siempre en la angustia y tristeza de no saber qué pasó con ellos.