Por Francisco Javier Díaz Medina
COZUMEL, 8 de diciembre.- “Siete de cada diez mexicanos son devotos de la ‘Morenita del Tepeyac’, es por ello, por esa religiosidad y las ceremonias de peregrinaje anuales alrededor de la isla de sus pobladores, permiten que feligreses guadalupanos lleguen a la iglesia para cantar, celebrar y orar, como hasta el momento continúan haciéndolo por más de los 40 años que se celebra en la ínsula”, expresó al párroco de la iglesia de Guadalupe, Juan José Soto Castro.
En este año 2019 se están celebrando los 488 años de la aparición de la Santísima Virgen de Guadalupe, importante proceso histórico y fundamental, luego que en el año 1492 se descubrió América, y en el año 1531 se le apareció la virgen al indígena chichimeca Juan Diego Cuauhtlatoatzin, que fue de gran importancia para la evangelización, o enseñanza y propagación de la doctrina cristiana en aquellos lugares en que las personas la desconocían o desconocen y no la practican aún.
Al respecto, el padre Soto Castro dijo que tras la evangelización a los mexicas y la conversión de un pueblo para creer en un Cristo vivo, un Cristo que se entregó por nosotros, y ante la aparición de la mariana Santísima Virgen, permitió que gracias a su presencia floreciera la doctrina de Cristo y su evangelio, llegaron misioneros, pero si no hubiera sido por su intercesión, por la aparición de nuestra Madre Santísima Virgen el evangelio sigue con gran devoción.
Afirmó que las apariciones marianas se han dado por todo el mundo, pero la única imagen y que la propia Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, más conocida como NASA, la propia ciencia, no ha dado explicación científica de este hecho, señala que no hay mano humana, sino un hecho divino que rebasa nuestra mente, y es el único lugar donde ha quedado plasmada la imagen de la Santísima Virgen, en la Ciudad de México.
Esto ha despertado un gran fervor, no sólo a nivel México, sino en todo el mundo, y de la iglesia universal, luego que año con año, siete de cada diez mexicanos son devotos de la “Morenita del Tepeyac”. Los mexicanos le atribuyen milagros a la “Morenita” mexicana, como curarse problemas de salud, la resolución de todos los problemas, de empleo y otros, movidos por la fe en ella.
Asimismo comentó que esta fiesta guadalupana es parte de la iglesia mexicana y no sólo de los mexicanos, que es tanto el despertar de las devociones por esa religiosidad y las ceremonias de peregrinaje anual alrededor de la isla por sus pobladores, permitiendo que feligreses guadalupanos lleguen a la iglesia para cantar, celebrar y orar, como hasta el momento continúan haciéndolo desde hace más de 40 años de la existencia de la parroquia en la ínsula. Como lo hacen los peregrinos en los pueblitos, durante el viaje hasta llegar a Cozumel: con el amparo de la Virgen de Guadalupe pasan frío, y con el peligro del viaje en las carreteras, pero movidos por la devoción como los que han llegado, y han dicho que existe un “milagro en el camino”.
El sacerdote dio a conocer que, después de la primera iglesia, que fue la de San Miguel, la segunda es la de la Virgen de Guadalupe y esto ya tiene aproximadamente 40 años, donde se celebra a la virgencita morena, y que hoy en día Cozumel sabe que es la casa de ella, para rendirle tributo y veneración a la madre de Nuestro Señor Jesús, hasta donde llegan peregrinos del estado de Campeche, Yucatán, del propio estado de Quintana Roo, buscando puntos estratégicos para adorarla y por eso optan por el santuario en Cozumel, donde se les da refugio.
Añadió el padre que por eso los feligreses de la isla, donde se han congregado familias de otros estados, para ellos la casa de la virgen y por su devoción a ella, año con año se reúnen 2 mil 200 ó 2 mil 300 antorchistas que recorren la isla, entre ellos los que se agregan en el camino y que hace ver el amor a la Santísima Madre. En este año se espera que se reúnan más de tres mil personas.
Hizo énfasis en que la religiosidad y las ceremonias de peregrinaje anual alrededor de la isla permiten que feligreses guadalupanos lleguen a la iglesia para cantar, celebrar y orar, como hasta el momento se sigue haciendo con ese fervor en Cozumel, sin perder esta riqueza de valor espiritual y religioso que se inculca a la familia, para mantener una sociedad sana que brinda la iglesia con el amparo de la Santísima Madre de Dios, quien dijo: “¿No estoy aquí yo, que soy tu Madre?”
Dijo por último que todos los días se están oficiando las misas como es costumbre a las 18:00 horas, en la explanada de la parte posterior de la parroquia, y el día 11 de este mes, a partir de las doce del día, estará bendiciendo a los vehículos y a sus ocupantes, así como a los antorchistas antes de partir, que recorrerán los 48 kilómetros que tiene la isla en su alrededor, y al llegar, en la noche, se llevará a cabo la Eucaristía en conmemoración de los 488 años de la aparición de la Virgen del Tepeyac.