Por Olivia Vázquez
Más que un huracán, el arribo masivo de sargazo se ha convertido en la principal amenaza para el sector turístico del Caribe mexicano que tiene apostadas miles de millones de dólares en inversión y que sin embargo hasta ahora carece de un plan integral para frenar este fenómeno que tira la ocupación y la tarifa, además de la mala imagen turística que le genera a la región.
De frente a la presencia ya masiva de sargazo que se está dando en plena recta final del invierno en algunas playas del norte del estado, la única confirmación que se tiene en el destino es que la hotelería estará encabezando una reunión emergente con representantes de 19 naciones que comparten el problema en el Caribe para tomar acciones conjuntas dirigidas a frenar el crecimiento del alga y su arribo a las costas.
Los demás proyectos de retención, limpieza, traslado e incluso aprovechamiento del alga marina en tierra, siguen sin darse a conocer aunque el fenómeno ya está nuevamente encima.
El año anterior, las redes flotantes que se colocaron en partes estratégicas del litoral costero por medio de la empresa Arco no funcionaron y hasta ese momento era la única opción que se tenía para frenar el impacto a la duna.
Ahora, se habla de embarcaciones holandesas desde el Congreso de la Unión que podrían dragar el banco de sargazo en su proximidad a la costa, pero siguen siendo proyectos sin sustento ni recursos y el tema es que el sargazo ya está retornando a la región.
El año anterior, el arribo masivo que se registró en más de 27 puntos críticos del litoral costero, le costó a los destinos más exitosos del país cancelaciones en reservaciones y salidas anticipadas por la molestia del visitante que se encontró con el sargazo en las costas quintanarroenses.
Las caídas fueron del 10 y hasta el 30% en operaciones, pero hubo sectores como restauranteros y bares de playas que reportaron caídas de hasta el 60% en sus operaciones por las condiciones de la duna y el mal olor que despedía el plancton. Todo ello a pesar de que se recolectaban un promedio de 100 toneladas al día del alga (más de 150 mil metros cúbicos) según reportes de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente, en donde se invirtió más de 312 millones de pesos entre aportaciones estatales y federales para contener el fenómeno.
Entre los segmentos más afectados se reportaron grupos e incentivos, así como bodas y romances, donde hoteles y empresas que atienden estos mercados reportaron cancelaciones de citas y de futuras negociaciones.
Para este año, de acuerdo al reporte que emite la Universidad de Galveston, basada en su monitoreo satelital, se advierte que el tema será para siempre y el sargazo sigue flotando en el mar Caribe y sólo es cuestión de un cambio de corriente para tirar toda una industria, por lo que la moneda esta en el aire y aún no se ve una reacción de parte del gobierno federal y estatal por atender el tema.