Por Gabriel E. Manzanilla
CHETUMAL, 9 de marzo.- Para presionar a los transportistas para que paguen una serie de nuevos derechos que se crearon este año, el Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Imoveqroo) implementó rigurosos operativos de revisión en toda la entidad.
Así lo dieron a conocer taxistas inconformes y que prefirieron guardar el anonimato por temor a represalias, quienes dijeron que el Imoveqroo está regresando a las viejas prácticas de hostigamiento y acoso que se hacían desde la Sintra, pero ahora con la finalidad de presionarlos para que se pongan al día con los nuevos cobros que se crearon este año, entre ellos el derecho anual para validar sus concesiones, que en el caso de Othón P. Blanco alcanza los un mil 689 pesos.
Como se recordará, los taxistas de Chetumal presentaron un amparo colectivo contra la nueva Ley de Derechos, por lo que se espera que más transportistas en el Estado se sumen a estas acciones con el objetivo de evitar la revisión y análisis de documentos de la concesión del servicio público de transporte, por lo cual tendrían que pagar casi un mil 700 pesos.
Ante la inconformidad de los ruleteros por este cobro que antes no existía, así como otros que apenas este año se crearon y que serán un duro golpe a su economía, el Imoveqroo inició el Programa de Revisión Vehicular en distintos puntos de los 11 municipios, que supuestamente servirá para revisar que los vehículos se encuentren en condiciones idóneas para prestar el servicio, así como que cuenten con todos los documentos necesarios: licencia de servicio público, tarjeta de circulación, seguro vehicular, entre otros.
Los taxistas consideran que este riguroso operativo se implementó como medida de presión, para obligar a los transportistas a que paguen los nuevos derechos ante el instituto, de tal manera que si les toca revisión podrán arremeter contra ellos y forzarlos a pagar, o de lo contrario les quitarán sus vehículos y/o les impondrán cuantiosas multas.
Sin embargo, señalaron que estas revisiones son injustas y arbitrarias, porque el instituto ni siquiera ha emitido sus reglas y manuales de operación, por lo que su personal no lleva un protocolo ni está calificado para este tipo de operativos, pues no existen los procedimientos sobre cómo llevarlos y qué hacer ante los distintos casos que surjan.
Los chafiretes dijeron que con estas prácticas se regresa a las viejas mañas que cometían los inspectores de la Sintra, quienes orquestaban verdaderas cacerías de vehículos, hostigando y acosando a los transportistas, cometiendo incluso delitos y actos de corrupción, como extorsión y la clásica “mochada”.