Por Romana Mora
TULUM, 19 de abril.- En este Viernes Santo las pescaderías reportaron ventas favorables, dada la demanda del producto de escama por parte de los devotos católicos, que en estas fechas desisten de comer carnes rojas.
Joel Mukul Flota, encargado de una pescadería en Tulum, dijo que el Jueves Santo no tuvieron ventas favorables, como ha venido ocurriendo en otros años, y reportaron ventas de alrededor de 80 kilos del producto, mientras que el año pasado lograron vender 180 kilos.
El comerciante reconoció que el Viernes Santo las ventas mejoraron, ya que desde la mañana y también a la tarde se han mantenido las ventas del producto de escama. Las especies como el pargo y el boquinete fue el producto que se terminó, dijo el entrevistado, que se notaba muy apurado escamando el producto, ya que la mayoría de los clientes optaba por llevarlo ya preparado, es decir, frito.
Después de vender alrededor de 200 a 300 kilos del producto del mar, consideraron que hubo buenas ventas, y que fueron similares a las del año pasado.
Dijo que las ventas seguirán algo elevadas, aunque no como la del Viernes Santo, que es el día en el cual los fieles católicos optan por los productos del mar al desistir de comer carnes rojas, de acuerdo a la fe que profesan.
Ya por la tarde, a la pescadería continuaba arribando la clientela en busca de su pescado favorito, aunque al no haber lo que solicitaban, se llevaban el producto que ofrecían, como el pargo de gran tamaño, el coronado, la mojarra y la rubia.
Armando Casanova, quien hacía fila para comprar el producto del mar, dijo que el pescado sale caro para una familia numerosa. En mi caso, somos cuatro miembros de la familia, y gasté únicamente en el pescado 420 pesos, aparte hay que adquirir todo con lo que se va a acompañar”, y sostuvo que a las familias numerosas les resulta difícil poder adquirir el producto del mar.
En los restaurantes de la franja costera, ahí sí los precios de estos alimentos fueron muy elevados, aunque hubo turistas nacionales que, desde luego, a modo de preservar la conmemoración, no tuvieron más remedio que pedirlo.