Por Luis Enrique Cauich
KANTUNILKIN, LAZARO CARDENAS, 17 de mayo.- De nuevo negros nubarrones se hicieron presentes la tarde de ayer, con fuertes rachas de viento, que anunciaban la presencia de un torrencial aguacero que vendría a refrescar la cabecera municipal, que desde hace más de una semana atraviesa por una ola de calor que ha superado los 40 grados centígrados.
La ansiada lluvia llegó, y desde las 4 de la tarde las precipitaciones se hicieron presentes hasta el cierre de edición, acompañadas de una ligera tormenta eléctrica que causó afectaciones en el sistema de energía eléctrica e Internet.
Durante la mañana, el sol registró un halo solar, que de inmediato, los ancianos pobladores interpretaron como una señal de lluvia que se registraría ayer mismo o en los próximos días, pronóstico que no falló, puesto que entrada la tarde las lluvias se hicieron presentes en Kantunilkín.
Las lluvias cayeron como una verdadera bendición, ya que el clima extremo que se tenía con las elevadas temperaturas, comenzaba a causar estragos en algunos cultivos y en la propia salud de los habitantes, con los efectos que el intenso calor comenzaba a dejar.
Cabe mencionar que el año pasado, antes de los festejos a San Isidro Labrador, el sol registró dos halos, lo que fue interpretado como una lluvia intensa que dejaría daños materiales, misma que se registró en el mes de junio y dañó los cultivos, además de provocar inundaciones en viviendas de Kantunilkín. Por suerte este año, a decir de los antiguos pobladores, sólo se han anunciado lluvias.