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Quintana Roo

Cambiar fechas de avistamiento del tiburón ballena, inviable

Por Eva Murillo

Cambiar las fechas de avistamiento del tiburón ballena e ignorar la indicación de que las embarcaciones dedicadas a esa actividad turística, no utilicen hélices de plástico, es inviable, pues dichos puntos están decretados dentro de los programas de manejo de las áreas naturales relacionadas con la zona de agregación de la especie, dijo la dirección regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

Los prestadores de servicios turísticos que cuentan con permisos para trabajar en la zona de agregación del tiburón ballena han manifestado en diversas ocasiones que el periodo de avistamiento debe recorrerse por lo menos 15 días, pues al inicio de éste ya hay personas interesadas en ir al área, pero los animales marinos aún no han llegado.

Por eso, la oferta del servicio es “búsqueda” del tiburón ballena y no “nado” con el tiburón ballena, pues de esta manera quedan protegidos en caso de llegar al sitio y no encontrar ningún individuo todavía.

Sin embargo, Cristopher González Baca, director regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) en la Península de Yucatán y Caribe Mexicano, explicó que hacer ese cambio requeriría adecuaciones en los programas de manejo, además de que haber establecido esas fechas tiene un sentido de protección a la especie.

Si las fechas se recorren, el tiburón ballena no va a tener tiempo al final de la temporada marcada para recuperarse de la presencia humana, nadar y alimentarse con tranquilidad, señaló el biólogo.

El tiburón ballena es considerado una especie frágil a la contaminación del agua marina, al recibir descargas tanto de sustancias flotantes como grasas, aceites, bloqueadores solares, así como productos químicos nocivos, ya que inhiben las funciones vitales de los elementos del plancton.

Ellos nadan -casi siempre- en la superficie del espejo de agua, por lo que son susceptibles de ser dañados por las propelas de los motores de las embarcaciones, al causarles cortes, al grado de seccionarles las aletas, por eso las autoridades ambientales determinaron que esta parte de la lancha debe contar con un protector plástico.

Los prestadores de servicios turísticos han manifestado que no quieren usar esos protectores, pues los consideran peligrosos, ya que pueden salir disparados al girar las propelas, pero la Conanp, informó que no habrá modificaciones a las reglas, pues cubrir las hélices es mayor seguridad para la especie.

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