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Quintana Roo

IM fue base de tráfico de ilegales

De la Redacción

Por medio del Instituto Nacional de Migración, INM, Tomás V., alias “Tomasito”, logró establecer su base de operaciones delictivas en Isla Mujeres, bajo un formato de protección total.

A pesar de contar con antecedentes, y sobre todo ser identificado dentro del núcleo de grupos delictivos, así como parte de la Fundación Cubano Americana, el INM delegación Quintana Roo otorgó privilegios, datos oficiales y hasta una residencia permanente a “Tomasito”, quien fue extraditado por delitos de alto impacto, a Estados Unidos.

La estructura oficial que tenía el ahora detenido comenzó desde que logró tener el apoyo del gobierno federal a través del Instituto de Migración. Por esta razón es que esta dependencia nunca ha llevado a cabo operativos sobre tráfico de indocumentados en Isla Mujeres.

La isla se estableció como un puente de protección desde México a Estados Unidos, ya que ninguna autoridad policíaca actuaba en consecuencia y mucho menos investigaba, sino tenía “autorización” del Tomasito.

Prueba de ello es que desde el 2008 al 2011 el número de balsas que zarparon desde la costa sur de Cuba y arribaron ilegalmente a las costas de Quintana Roo, aumentó considerablemente.

Este aumento tenía como principal objetivo Isla Mujeres y la zona de Isla Blanca en la zona continental con Cancún. Los arribos fueron una constante sin que el Instituto Nacional de Migración hiciera operativos en Isla Mujeres.

Esto, a pesar de que había señalamientos sobre casas de seguridad y residentes cubanos tanto en Isla Mujeres como en la zona continental de Cancún. La operación del tráfico de indocumentados nunca fue molestada. El negocio incluía a las autoridades policíacas.

La red protegida

La travesía de un cubano que zarpa desde su país y llega a costas mexicanas, para desde ahí llegar a Estados Unidos, puede costarle unos 15 mil pesos cubanos (a un cambio de 1 por trece pesos mexicanos).

Las redes de tráfico humano utilizan mecanismos ilegales para implicar en una actividad delictiva a quienes desean vivir en otro país por intereses y motivaciones personales. En estas travesías pueden suscitarse confrontaciones que ponen en peligro la vida de los tripulantes o, incluso, generar muertes por naufragios.

Este negocio requiere que la “mercancía” llegue con vida. Sin embargo, las dificultades para hacer una travesía por el Caribe y para ingresar por la vía ilegal a México y a Estados Unidos, no son pocas: epidemias, naufragios y posibles ataques internos.

La travesía de quienes ingresan ilegalmente a México, y de ahí a Estados Unidos, ha conducido a las precarias embarcaciones por derroteros alejados de las rutas marinas más frecuentadas.

En este punto Isla Mujeres era lugar clave. Desde hace más de una década, México constituye la “ruta sur” de los llamados “balseros” cubanos que buscan ingresar ilegalmente a Estados Unidos. Si al momento de su arribo no son detectados o sus embarcaciones interceptadas, ya pueden seguir hacia la frontera norte. Una vez ahí, cruzan el puente internacional hasta pisar suelo estadounidense; se presentan como cubanos y obtienen el amparo de la llamada Ley de Ajuste Cubano, diseñada para alentar la emigración ilegal desde la mayor de las Antillas.

Por otra parte, el retraso de un acuerdo migratorio entre México y Cuba aumenta el riesgo de incidentes que ponen en peligro la vida de quienes deciden lanzarse al mar en balsas precarias, surcando la ruta marítima hacia las costas de la Península de Yucatán. En cambio, la existencia de estos acuerdos con otros países vecinos evita el riesgo de encallamientos que a menudo se traducen en víctimas mortales.

Existe, sin embargo, una nueva modalidad de tránsito ilegal de cubanos por territorio mexicano. Se trata de triangular una salida legal desde Cuba vía el aeropuerto de la Ciudad de México para que, desde ahí, pasar el control migratorio internacional y seguir hacia Estados Unidos como destino final. Citan las especialistas en migración que tuvieron noticias de esta nueva forma a partir de los testimonios que recogió la prensa mexicana y que no ha desmentido ninguna autoridad.

Por su ubicación geográfica, amplias costas y conexiones aéreas, pero sobre todo, por la impunidad y falta de vigilancia eficaz de las autoridades federales, particularmente de la Secretaría de Marina (Semar), Capitanía de Puerto, Instituto Nacional de Migración (INM) e incluso Policía Federal, en Cancún sigue prevaleciendo el tráfico de indocumentados, tanto cubanos como de origen centroamericano, en una situación que se ha mantenido sin freno.

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