Por Olivia Vázquez
En el sistema de renta residencial hotelera es posible en el Caribe mexicano amanecer en un camarote en pleno mar abierto; en una cabaña que rebasa la altura de la selva con la vista más espectacular; en una casa hecha y adornada con puro caracol en Isla Mujeres; sobre la laguna Bacalar en el más exclusivo bungalow; en medio de una reserva ecológica como Sian Ka´an; en la villa más exclusiva de la Zona Hotelera de Cancún, a dos pasos de un cenote en Yucatán; en una de las haciendas más antiguas de la región y demás: todo es posible en las plataformas de hospedaje que ofrecen al mejor postor el tipo de hospedaje que quiere lograr. El manejo de las redes hoy en día le permiten al turismo escoger qué tipo de cama, qué tipo de casa, qué tipo de ambientación; si un piso; si tres camas; si se puede fumar; si admiten mascotas, si tiene lavandería cerca, si está cerca de una parada de camión; todos los filtros posibles y pensables para llegar al lugar más aspiracional. Todo ello, con un correcto manejo de las redes y plataformas que ganan más terreno en el mundo y que le permiten a cualquiera vivir su propia experiencia.
El acceso es simple, pero requiere del manejo de las redes y plataformas para seguir los pasos que permiten acceder a cualquier tipo de fantasía en el viaje y sobre todo requiere de la confianza del comprador y el anfitrión que entrarán en una relación directa por medio de las redes digitales.
En ello, es la generación de los millennials, la que hoy marca la tendencia (16 a 36 años de edad), pues es este sector de la población quien tiene el mejor manejo de las redes y que conoce a detalle todos los procesos que detonan en el destino, un nuevo segmento turístico que llega y se relaciona directo con el propietario o anfitrión y que está generando un movimiento económico importante.
Los padres y los abuelos aprovechan esta relación con la máquina y en ello ponen la tarjeta o la cartera para poder reservar bajo las condiciones que quieran y en donde puedan ir y en ello, el Caribe mexicano está ganando presencia y especialidad y está abriendo un mercado con los gustos más exigentes o extraños que se pueda imaginar.
El hecho es simple, poder llegar a un lugar que quizá nunca imaginó o que le dará la experiencia que necesita.
Este tipo de hospedaje, no desplazará al sistema todo incluido, pero si genera un segmento que quizá ahora busca esa nueva experiencia y se arriesga a tenerla bajo el costo de la red.
Los millennials son el segmento turístico que mayor demanda este tipo de viajes, pero también la generación X que tiene el mayor poder adquisitivo está adquiriendo este gusto por el tipo de hospedaje, aunque en ello se tenga que aprender a manejar la red, pues sin ella, no se puede tener acceso a ninguno de estas grandes ofertas que se pudieran dar en cualquier destino del mundo.