Por Ovidio López
ISLA MUJERES, 10 de agosto.- Mientras Ultramar en la ruta Puerto Juárez-Isla Mujeres, espera la llegada de dos nuevos barcos. Su principal competidor, Naveganto, espera el nuevo bote que anunciara a finales del año pasado para ofrecer mejor servicio.
Mientras que Marinsa no ha confirmado si mete su propia embarcación en la ruta de carga-turismo en Punta Sam, como anunciara ante funcionarios de la Capitanía de Puerto de Isla Mujeres y de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo) cuando se retiró en junio pasado.
Como se sabe, su retiro obedeció a que se volvió incosteable continuar con los dos botes actuales y por tener enorme deuda. Prácticamente el barco “Isla Blanca” está por ser embargado por Hacienda, por una deuda de impuesto y el “Sergio Gracia” está en venta para saldar la deuda de unos 30 millones de pesos, según datos obtenidos.
Naveganto filtró la información a finales del 2018 de que estaría por adquirir un bote más ligero para la ruta Isla Mujeres-Puerto Juárez, con capacidad para unas 200 personas, y con todas las comodidades que reclama el usuario. Hasta la fecha no hay datos al respecto, cuando está por iniciar, en dos semanas, la temporada más difícil del año con bajo movimiento de turismo.
Un bote nuevo estaría en condiciones de competir hasta para el invierno, consideró un conocedor del tema de rutas, pero ni la Capitanía de Puerto ni la Apiqroo saben del caso, igual silencio hay con respecto a Marinsa. Los directivos de ambas compañías no contestan llamadas telefónicas para hablar de esos temas.
Ultramar, poderoso
En tanto, la naviera Ultramar confirmó en sus cuentas de redes sociales este viernes de la llegada de dos nuevas embarcaciones con capacidad para 450 personas, en realidad arribaron a Cozumel, procedentes de Inglaterra.
Arturo Báez, su directivo, alista su llegada al Gran Puerto, sede de la compañía, para preparar su incorporación a la ruta y consolidarse en la región para terminar movilizando alrededor de seis millones de pasajeros a Isla Mujeres para a finales del 2019.
Mientras sus rivales se desmoronan, Ultramar se consolida, pero ya se alista una nueva demanda por competencia desleal en el ámbito federal.