Por Ricardo Jesús Rivas
NICOLÁS BRAVO, OTHÓN P. BLANCO, 26 de agosto.- Hartos de la ineficiencia de los elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE), que encabeza Fernando Montes de Oca, aproximadamente 300 habitantes de la alcaldía de Nicolás Bravo cerraron esta noche la carretera Escárcega-Chetumal a la altura del poblado y bloquearon la agencia del Ministerio Público destacamentada allí, por la gran indignación que causó el cobarde asesinato de una mujer durante un asalto en la madrugada del domingo.
Los pobladores liberaron la carretera hasta las 11 y media de la noche, luego obtener el compromiso del Vicefiscal general en la zona sur, Carlos Maya Girón, de que cambiarían a todo el personal adscrito a la agencia del Ministerio Público del Fuero Común en la localidad.
Minutos antes de las 7:00 de la noche, centenares de habitantes de la comunidad acudieron a la agencia de la Fiscalía General del Estado de Nicolás Bravo exigiendo resultados al artero crimen ocurrido.
Sin embargo, los trabajadores de la FGE se limitaron a guardar silencio, y fue así como los lugareños exigieron la presencia del fiscal general, y establecieron un bloqueo en la carretera federal, extendiendo piedras y troncos sobre el asfalto.
La principal inconformidad es que el asesinato de la señora Isabel J. S., dueña de una lonchería ubicada enfrente de la gasolinería del lugar, fue la gota que derramó el vaso, pues los pobladores se quejan de una serie de asaltos en agravio de la comunidad.
Asimismo, hay quienes consideran que están plenamente identificados los autores del crimen como dos hermanos que habitan en la localidad, a los que también responsabilizan de otros asaltos y robos, así como señalan que los conocen los elementos de la Policía Ministerial, pero no actúan para detenerlos, por lo que inclusive amenazaron con hacerse justicia por propia mano.
Además, los habitantes del lugar aseguraron que los agentes ministeriales, cualquiera que llegue, exigen dinero para “la gasolina” si es que desean que investiguen, para lo cual pretextan que el fiscal general ordenó el recorte del presupuesto en combustibles.
También denunciaron que los enviados del fiscal general extorsionan y exigen pagos por realizar su trabajo, o cuando detiene a quien no hizo nada como incentivo para liberarlo.
De la misma forma, los inconformes señalaron que los agentes ministeriales se encierran en sus oficinas y vehículos dentro del aire acondicionado, sin que realmente hagan su trabajo.
A las 9:30 de la noche, José Bello, comandante de la Unidad Operativa de la Policía Federal llegó al sitio e inició el diálogo con los inconformes.
El recibimiento fue acalorado, por lo que el jefe policiaco se comprometió a gestionar la presencia de autoridades para el diálogo; sin embargo, no desarrolló positivamente la intervención, por lo que la carretera 186 continuó bloqueada y la exigencia continuaba.
A las 11:00 de la noche, personal de la Fiscalía General del Estado llegaron al sitio, encabezados por Carlos Maya Girón, Vicefiscal general para la zona sur, para continuar el diálogo.
Tras media hora, el Vicefiscal anunció el cambio completo de la plantilla establecida en el poblado, pero no dijo cuál sería su sanción.
Asimismo, se comprometió a que nuevos agentes ministeriales patrullarían día y noche la comunidad de Nicolás Bravo, y también que gestionaría la llegada de la Guardia Nacional, entre otras cosas.
Es así como a las 11:30 de la noche fue liberada la vialidad federal, mientras una comitiva y las autoridades ingresaron a las oficinas de la fiscalía en el poblado para iniciar con los cambios.
A la medianoche, ya que todo estaba solucionado, arribaron el Subsecretario de Seguridad Pública, Jorge Alejandro Ocampo Galindo, y el Director de la Policía Rural, Alberto Benjamín Miranda García, quienes únicamente se justificaban ante sus similares de la Fiscalía General por su pésimo actuar y trataron de presumir operativos “fantasma”.