Por Gabriel E. Manzanilla
CHETUMAL, 1 de enero.- En el primer día del año Chetumal se convirtió en una ciudad fantasma, con casi ningún “alma” en la calle, pues la mayor parte de los negocios permanecieron cerrados y las personas se quedaron descansando en sus hogares luego de los festejos de fin de año.
Eran muy contados los vehículos y personas que se podían ver una vez que amaneció y hasta el mediodía, quienes deambulaban por una ciudad vacía en busca de algo para desayunar o para reunirse con familia y amigos a disfrutar del tradicional recalentado.
Después del mediodía y durante toda la tarde se pudo notar un ligero incremento en el tránsito vehicular, pero este siguió siendo escaso en comparación con los demás días del año, por lo que las calles y avenidas de Chetumal permanecieron despejadas a lo largo del día.
Durante la tarde hubo algunas familias que acudieron al Boulevard Bahía, al balneario de Calderitas o hicieron alguna actividad en la ciudad, pero éstas fueron muy contadas ya que la mayoría decidió quedarse a descansar en sus hogares, reponiéndose del desvelo y los festejos del 31 de diciembre.
Los mercados municipales, centros comerciales y la mayoría de los negocios en general permanecieron cerrados, los que si funcionaron abrieron en un horario más tarde de lo habitual. Los supermercados y gasolineras fueron de los pocos establecimientos que trabajaron de manera normal.
Llama la atención que el servicio de recolección de basura empezó a funcionar desde tempranas horas del día, por lo que la ciudad permaneció limpia y no había el amontonamiento de basura que suele generarse de los festejos de fin de año.
En la noche se pudo observar más movimiento en las calles, ya que después de descansar todo el día las personas salieron a divertirse en familia o con sus amistades en este día de asueto.