De la Redacción
CHETUMAL, 26 de enero.- El presidente municipal de Othón P. Blanco, Otoniel Segovia Martínez, ha fracasado totalmente en materia de desarrollo económico, pues lejos de impulsar la economía y las actividades comerciales en Chetumal las desalienta.
Cabe recordar la agresiva política recaudatoria que ha caracterizado a la administración de Otoniel Segovia en contra de comerciantes semifijos, así como pequeñas y medianas empresas, bajo el argumento de que “se acabaron los tiempos del desorden”.
El alcalde más reprobado del estado y el segundo más descalificado a nivel nacional ha desplazado a cientos de comerciantes en Chetumal, quienes basaban sus ingresos en actividades comerciales semifijas, con el pretexto de que se deben regularizar.
Días atrás el presidente municipal de Othón P. Blanco, Otoniel Segovia Martínez, advirtió que los más de 60 productores y vendedores que se instalan los fines de semana en el popular parque Las Casitas, en Chetumal, tendrán que contribuir con el ayuntamiento de acuerdo al tamaño del espacio que ocupan en el parque y el producto que venden.
“Se lo digo a ellos y a toda la sociedad, se acabaron los tiempos del desorden, tenemos que ordenarnos, cualquier actividad comercial que genera lucro tiene que contribuir”.
Lo anterior ha causado el repudio de las familias que se ven amenazadas y las que ya se han quedado sin sustento, pues en importante recordar que apenas en septiembre del año pasado, por medio de su director de Fiscalización, Emanuel Magaña Cirerol, mandó a desalojar a los comerciantes ambulantes del Mercado Viejo, en las inmediaciones de las avenidas Belice con Efraín Aguilar de la colonia Centro.
Los comerciantes fueron desalojados de la periferia del mercado Ignacio Manuel Altamirano con alevosía y ventaja, pues sus puestos fueron levantados durante la madrugada por personal de Fiscalización.
Otoniel Segovia ahora va por los comerciantes del parque Las Casitas, quienes desde hace más de una década se instalan durante los fines de semana para vender comida, plantas, y productos locales.
En contraste, presume alentar las actividades económicas en Chetumal mediante su programa “Domingos de Mercado”, que se realiza en las inmediaciones del Museo de la Cultura Maya, sitio que luce desolador cada fin de semana, pues apenas logra reunir en ocasiones a un par de comerciantes y aglomerar a una decena de consumidores.
Apenas el pasado 13 de enero, el Ayuntamiento de Othón P. Blanco, que encabeza Otoniel Segovia, inició una cacería en contra de los negocios apostados en el Centro de la capital y aledañas, bajo el argumento de que invaden la vía pública.
Una vez más, por medio de su temible Dirección de Fiscalización, realizó una serie de operativos en el Boulevard Bahía de Chetumal, en el que ocho restaurantes y bares se hicieron acreedores a actas de inspección por no respetar los 1.20 metros libres para que el peatón transite.
Las acciones que ha implementado la actual administración municipal hasta la fecha solamente han desalentado las actividades comerciales en Chetumal, pues en ocasiones la excesiva carga burocrática y fiscal no permite que un comerciante semifijo o, inclusive, pequeñas y medianas empresas establecidas puedan regularizarse o mantenerse a flote.
El discurso incongruente del edil capitalino contrasta con el actuar de su director de Fiscalización y las cifras alegres del titular de Instituto Municipal de la Economía Social (IMES), Rubén Sánchez Aldana, quien asegura que en Chetumal se registró la apertura de 508 nuevas empresas durante el año 2019. Sánchez Aldana afirma que “menos tramitología” fue lo que permitió que se abran medio millar de empresas en Chetumal, lo que resulta difícil de creer, pues en el ayuntamiento solamente en el trámite de una licencia de funcionamiento puede llegar a demorarse más de 30 días y miles de pesos en gastos.
Lo cierto es que es la Dirección de Fiscalización es el área que más denuncias recibe del ayuntamiento othonense, casi 80 quejas al mes por comerciantes y vendedores ambulantes que señalan haber sido sancionados económicamente por supuestas faltas en los espacios públicos o irregularidades menores en sus negocios.