Por Eva Murillo
Con todas las opiniones en contra pero con los permisos de la Semarnat, del ayuntamiento y del gobierno del estado, avalando con ellos el recrudecimiento de la saturación de la zona de hoteles en materia de infraestructura, demanda de servicios y afectaciones ambientales, este miércoles inicia obras el Grand Island Cancún, uno de los proyectos que en administraciones federales pasadas no había logrado pasar los filtros y que en este año, aparentemente, calificó en todos.
A las 11:00 horas de hoy miércoles está programada la puesta de la primera piedra de lo que será el centro de convenciones del proyecto hotelero Grand Island Cancún, que contempla la construcción de tres mil habitaciones a las orillas de la Laguna Nichupté, uno de los ecosistemas que más ha soportado la presión del desarrollo urbano.
El proyecto, que ahora es presentado como un centro de convenciones con un hotel de mil habitaciones al lado, no ha sido modificado, pues este servicio de área de reuniones ya estaba contemplado en la propuesta original, además de los promoventes continúan con el plan de que en las siguientes etapas de desarrollo van a construirse las dos mil habitaciones restantes.
Todo el complejo hotelero abarcará 223 mil 558.56 metros cuadrados, estará a la altura del kilómetro 16.5. Será uno de los complejos hoteleros de mayor dimensión en Cancún.
Antecedentes
El sitio donde va a estar el hotel ha sido impactado desde años atrás. En noviembre de 2005 la Semarnat a probó a Administraciones BVG, S. A de C. V. la remoción de 9.22 hectáreas de mangle y vegetación secundaria para el cambio de uso de suelo.
El proyecto que en ese entonces pretendían hacer en ese predio contemplaba la construcción del Desarrollo Residencial Lote 56, compuesto por 94 casas de tres niveles y 20 residencias de tres niveles, 189 departamentos distribuidos en 21 edificios de cinco niveles cada uno, mil 120 departamentos distribuidos en 21 edificios de cinco niveles cada uno, con albercas, áreas verdes y estacionamientos.
En diferentes fechas, los promoventes obtuvieron permisos para dragar, rellenar, hacer plantas de tratamiento de aguas residuales, introducir infraestructura de alumbrado, hacer puentes de concretos e incluso se determinó la exención de autorización de impacto ambiental para la permanencia y operación de las obras de obturación total con materiales pétreos de los canales que comunican al espejo de agua con el Sistema Lagunar Nichupté y los lagos artificiales del campo los campos de golf colindantes.
Llega el caso al Senado
A diferencia de esta Cámara Alta, en 2017 el Senado de la República exhortó a la Semarnat, Profepa, Conagua y la entonces PGR para que investigarán este desarrollo y verificaran que contara con los permisos correspondientes, ya que la construcción del complejo inmobiliario impactaría de manera importante la zona y el cuerpo lagunar.
Nuevo proyecto
Según el resolutivo de la Semarnat, el hotel de tres mil habitaciones más un centro de convenciones, “es factible” ya que “es congruente y se ajusta a los señalamientos de los instrumentos de política ambiental aplicables al mismo”.
En total contempla tres mil habitaciones, 13 restaurantes, 9 snacks, 19 bares, centro de convenciones, arena o teatro, spa, kids club, albercas, restaurantes al aire libre, lagoon island, entre otras cosas.