Por Gabriel E. Manzanilla
CHETUMAL, 12 de febrero.- Dignatarios mayas insisten en la destitución de la titular del Instituto para el Desarrollo del Pueblo Maya y las Comunidades Indígenas (Inmaya), Delta Moo Arriaga, acusada de manipular, humillar y dividir a la etnia maya de Quintana Roo, a la que ha utilizado a conveniencia para sus intereses político- electorales.
Además, Delta Moo es señalada de orquestar la destitución y degradación de rango del General Maya José Isabel Sulub Cimá, lo cual no pudo conseguir porque atentaba contra los usos y costumbres de la etnia maya en el estado.
Lo que sí consiguió fue desplazar a decenas de dignatarios mayas, incluyendo al General Sulub Cimá, que fue destituido del Gran Consejo Maya por no arrodillarse a los caprichos políticos de Delta Moo ni someterse a la corrupción de la titular del Inmaya.
Son más de 50 representantes mayas que ahora exigen la salida de Moo Arriaga, así como una auditoría a fondo del Inmaya, ya que a pesar de que se han ejercido varios millones de pesos, esto no se ve reflejado en infraestructura, programas sociales y proyectos en las comunidades mayas y pueblos indígenas de Quintana Roo, por lo que no saben a dónde ha ido a parar tanto dinero.
Los dignatarios mayas se han pronunciado por mejores condiciones de vida y acceso a mayores apoyos que dignifiquen a sus comunidades sin distinción alguna, y esto no lo han visto con Delta Moo Arriaga al frente del Inmaya, organismo estatal que fue creado en la presente administración y entró en funciones en el 2018.
Explicaron que el Inmaya se ha convertido en una institución con fines meramente políticos, que lejos de abonar a una mejoría de la etnia maya quintanarroense sólo ha servido para dividir, debilitar, humillar, manipular y desestabilizar a sus representantes y comunidades.
Denunciaron que el Inmaya va por su tercer año y los pueblos mayas siguen viviendo en el abandono, no hay intereses por dar mejoría a la etnia maya quintanarroense; ya que detrás de este organismo se encuentra una persona que no conoce ni le interesa conocer las necesidades de su gente, además de que tampoco tiene intenciones de ayudarlos, pues su único objetivo es sacar raja política del cargo otorgado.
De hecho, sabiendo de la extrema pobreza y las muchas necesidades que imperan en la Zona Maya, Delta Moo ha aprovechado su cargo como titular del Inmaya para mangonear a los dignatarios mayas, a quienes les condiciona un raquítico apoyo de 500 pesos al mes, siempre y cuando estén alineados a los intereses del gobierno en turno.
El grupo que representa el General Sulub Cimá denunció que este recurso no se reparte de manera justa ni equitativa, ya que a ellos se les ha negado como una forma de represalia por contravenir u oponerse a los intereses de Delta Moo.
Es por ello que pidieron que Delta Moo abandone el Inmaya, tras considerar que por tratarse de un organismo enfocado al apoyo del pueblo maya y comunidades indígenas debería estar representado por esa misma gente, por mayas verdaderos que han ocupado esta tierra desde sus inicios, que realmente quieran a su pueblo y estén alejados de todo interés y color partidista.
Los intereses del gobierno en turno, pero sobre todo los de Delta Moo, llevaron a la intromisión política del Inmaya y del Gran Consejo Maya, desde donde se orquestó la destitución del General Sulub Cimá, quien abiertamente ha manifestado su simpatía y apoyo al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Lógicamente el General Sulub Cimá no obedecía, ni compartía y tampoco quiso arrodillarse a los intereses de Delta Moo, así como tampoco a los del partido que la hizo llegar al cargo, por lo que fue humillado y destituido del Gran Consejo Maya, luego de que también se negó a ser cómplice de la corrupción y no quiso firmar documentos que avalaban obras inconclusas en los centros ceremoniales mayas.