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Quintana Roo

En el Cereso hay reclusos con fiebre y tos: Activista

La coordinadora estatal del Consejo Internacional de Derechos Humanos AC, Cleotilde Herrera Díaz, dio a conocer que en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de la Isla, en donde hay una población de más de 660 internos, se han estado presentando algunos casos de infecciones de vías respiratorias y fiebre, lo que ha puesto en alerta a los familiares de los reclusos y han estado cayendo en desesperación por la contingencia que existe del COVID-19.

Expresó que han llegado a esta asociación civil algunas familias de internos del Cereso y le han platicado que existen algunos presos que están mal de salud, presentando cuadros de tos, fiebre y dolor de garganta, personas que purgan alguna condena y muchas veces se piensa que no tienen el derecho a la atención de su salud. “Puede ser que el malestar que sienten algunos internos del Cereso local no sea del virus del COVID-19, pero los reclusos y la población en general estamos viviendo un pánico”, mencionó.

Agregó que las personas que están afuera del reclusorio se encuentran en suspenso por el COVID-19, con más razón deben estar inquietos los presos porque todo lo que signifique infecciones respiratorias, de inmediato las relacionan con el COVID-19, pandemia que se maneja a nivel mundial y hace que la gente tenga la mentalidad de que se va contagiar del virus. Por ello, los que están en el interior del Cereso desean la libertad para estar en sus hogares protegiéndose de esta pandemia.

“Temí que mi esposo estuviera contagiado”

“Me ha tocado ver a algunas mujeres que van a visitar a sus esposos al reclusorio, como el caso de la señora Johana, que hace unos días fue a visitar a su esposo y regresó con un desánimo porque pensó que su esposo estaba infectado del COVID-19 y que había contagiado a sus tres hijas menores, ya que luego de un día sus tres hijas se enfermaron de fiebre e infección en vías respiratorias, pero gracias a unos familiares las niñas recibieron el apoyo para ser internadas en el IMSS, allí fueron aisladas y se les practicaron los estudios necesarios; afortunadamente salieron negativas”, señaló la informante.

Agregó que cuando las menores estaban en el IMSS, la señora Johana acudió al reclusorio de visita y le platicó a su esposo lo que estaba pasando con las menores, su marido se sintió mal porque pensó que era culpable, pero “gracias a Dios no fue nada malo, las niñas salieron negativas con el COVID-19”.

Añadió que con esta situación que se vive en la Isla y en todo el mundo se debe tomar en cuenta a los internos del penal, pues tiene conocimiento que el reclusorio tiene una población de más de 600 internos, además, allí hay muchas personas inocentes, como el marido de la señora Johana, que era empleado de un bar y se lo llevaron detenido porque en ese antro las autoridades encontraron a tres menores laborando, pero él no es culpable, ya que el que hace el contrato del personal es el dueño del negocio, el cual se encuentra en libertad.

“Es triste saber que tuvimos a un Vicefiscal como Mario Humberto Ortiz Rodríguez que lastimó a muchas personas y ahora ese cargo lo está ocupando una persona a quien se considera digna y es la que debe realizar las investigaciones para que no haya más inocentes en el Cereso”, finalizó diciendo.

(Texto y foto: Fernando Kantún)

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