Por Lusio Kauil
JOSÉ MARÍA MORELOS, 25 de abril.- Desde principios de este mes,don José Dolores Chan se había dedicado a la venta de sandía en las comunidades del municipio, pero hace ya unos días se dio cuenta que él era un potencial factor de riesgo y de contagia del COVID-19, para su familia y, por lo mismo, decidió dejar la venta para quedarse en casa.
El comerciante manifestó ayer que necesita dinero como todo el que vive día a día, sobre todo porque su familia es numerosa, pero, hizo ver que va a retomar su trabajo como vendedor ambulante cuando vuelva la normalidad de la vida social en el municipio.
Su determinación de no salir a vender, confió a este medio informativo, la tomó luego de analizar con su esposa, lopeligroso que era para su familia, regresar a casa, despuésde recorrer comunidades y de estar en contacto con mucha gente.
Según don José Dolores Chan, es mejor quedarse en casa y comer, aunque sea frijolitos, que llevar la enfermedada casa y se contagien sus hijos y otros familiares.
El problema, expuso, no solamente está en el contagio, sino también en el dinero que se vaa necesitar para mover a los enfermos en los hospitales.
El vendedor reconoció que ayuda mucho salir a vender en estos momentos, en que la situación económica es difícil, pero hizo ver que también es importante la salud de él y de su familia.
“Lo que, sí pedimos, es que es que el gobierno no se olvide de nosotros, que nos mande una despensa por lo menos una vez cada quince días para poder aguantar el mes y pico que falta para que se levante la contingencia sanitaria” solicitó.
Y, es que según don José Dolores Chan, la vente de productos agrícolas como la sandía, bajó mucho desde que empezó el coronavirus, y por lo mismo, con mayor razón determinó ya no salir a arriesgarse.
En los últimos días, mucha gente de las comunidades se ha dedicado a vender sandía y otros productos que se están cosechando en la zona de mecanizados del municipio.
Esas personas llegan muy temprano en esta ciudad y estacionan sus unidades repletas de sandía, elote, melón y otros productos, por el mercado municipal y por la avenida principal; aunque otros, prefieren pregonar sus productos en las calles de la ciudad.