De la redacción
TULUM.- 07 de mayo.- Presuntos hoteleros desafían al COVID-19, pues aun estando en la etapa más crítica del contagio, se las ingenian para llevar a sus huéspedes a las playas, pese a las prohibiciones implementadas por las autoridades a consecuencia de la contingencia.
Son algunos hoteleros que se resisten a guardar la cuarentana en esta crítica etapa y a modo de “operación hormiga” reciben a turistas que siguen llegando al destino o que simplemente ya estando aquí optan por hacer cambio de hotel. En algunos casos han sido detectados por las autoridades que se encuentran en los filtros, sin que procedan en contra de éstos.
Un grupo de estos turistas fue detectado gracias a un recorrido llevado a cabo por las autoridades de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en las inmediaciones del área del Parque Nacional Tulum (PNT), a la altura de Caleta Tankah, ubicada a escasos cinco kilómetros sobre carretera federal Tulum- Playa del Carmen, quienes guiados por una persona de sexo masculino, se refrescaban en las cristalinas aguas del mar Caribe, en una zona poco concurrida, incluso zona pedregosa, a modo de buscar pasar desapercibidos. Los turistas fueron transportados a ese lugar a bordo de una van turística.
Los encargados de estos grupos, que llevan a cabo estas actividades en la ilegalidad, buscando que sus huéspedes se recreen, pese al riesgo que corren de contagiarse del mortal virus y con ello contagiar a habitantes de Tulum, les piden a los turistas que en caso que sean detectados por alguna autoridad, les informen que son empleados, como sucedió en este caso.
De hecho, esa respuesta no convenció a las autoridades federales, pues las personas (turistas) de dicho grupo son de diversas nacionalidades: canadienses, estadounidenses, españoles y franceses, que una vez sorprendidos salieron de las aguas azul turquesa para abordar la unidad que los llevaría a su centro de hospedaje.
Cabe reiterar que éste no es un caso aislado, la mayoría de éstos han sido detectados en los filtros carreteros, en donde las autoridades han detectado a los turistas, quienes han explicado a la autoridad que son exhortados, vía telefónica, por los encargados de los hoteles a decir que se hospedan en un determinado sitio, pero al caer en contradicciones se descubre el engaño.
A estos hoteles se suman rentadoras de automóviles, que mantienen sus cortinas bajadas y con personal despedido, pero pese a ello, siguen rentando autos, lo que no es bien visto por los que sí están cumpliendo con las normativas de prevención, buscando evitar la propagación del COVID-19.