
Quintana Roo, con el acuífero maya que abarca también la Península de Yucatán, debe proteger su suministro, ya que éste ha disminuido considerablemente en los últimos ocho años. Actualmente, sólo quedan disponibles 2 mil 500 millones de metros cúbicos para su uso, según un estudio del World Resources Institute. Al respecto, el director general de “Centinelas del Agua”, Alejandro López Tamayo, advirtió que, para 2050, no se tiene garantizado que el acuífero maya mantenga un suministro hídrico suficiente.
El cambio climático ha generado alteraciones en las temperaturas y patrones de lluvia, lo que podría provocar sequías prolongadas y dificultar la recarga natural del acuífero. Además, es urgente trabajar en evitar su contaminación desde el subsuelo.

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En 2003 se tenía una disponibilidad de 5 mil 759.22 millones de metros cúbicos al año; para 2020 la disponibilidad fue de 2 mil 386.92 millones al año: 59% menos en un lapso de 17 años. Aritméticamente, daría una situación alarmante en 15 años, enfatiza.
El acuífero maya, del cual Quintana Roo obtiene el vital líquido para los quehaceres domésticos y de higiene está en riesgo debido a tres factores principales: La baja precipitación pluvial, causada por largas e intensas temporadas de sequía. Aumento del nivel del mar, ya que podría generar intrusión salina en el recurso hídrico así como la falta de saneamiento debido a que impacta directamente en la contaminación a través del subsuelo.

Asignación
En Quintana Roo, el 70% del agua consumida es utilizada por la industria hotelera para atender a más de 20 millones de turistas que visitan los destinos. El 20 por ciento se destina al sector ganadero y agrícola, mientras que el 10 restante sirve para abastecer a zonas urbanas y poblados.
Una de las propuestas de “Centinelas del Agua” es convencer al Gobierno municipal de Benito Juárez a utilizar los recursos recaudados del Derecho de Saneamiento Ambiental (DSA), cobrados a la industria hotelera, para reinvertirlos en programas y proyectos de limpieza del líquido.

El directivo de la asociación indica que sería una forma de que el turista, quien también genera aguas negras y contaminación durante su estancia en alguno de los destinos contribuya directamente a mejorar el municipio. Esto permitiría aumentar las interconexiones domiciliarias al drenaje y reducir la contaminación del agua subterránea.
La iniciativa está en proceso de diálogo con el Ayuntamiento de Benito Juárez para destinar parte del presupuesto a la construcción y monitoreo de pozos de absorción. Además, se busca instalar al menos 45 puntos de revisión en las supermanzanas de Cancún para detectar áreas con mayor riesgo de contaminación por coliformes y bacterias e implementar planes de saneamiento y nuevas conexiones de viviendas al sistema de drenaje.