Erosión de playas, saneamiento de la laguna Nichupté, plantas de tratamiento rebosadas, problemas en el suministro de energía eléctrica y agua potable, predios abandonados, falta de mantenimiento en la infraestructura urbana y una movilidad insostenible forman parte de la larga lista de desgaste en la zona hotelera, que cumple 55 años de creación.
Hoteleros, empresarios, restauranteros y prestadores de servicio han pedido a los tres órdenes de Gobierno atender los rezagos que enfrenta la zona turística de Cancún, que opera con una infraestructura de hace 32 años, y aunque en el tema del fluido eléctrico recaen en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el suministro del agua depende de Aguakan, el Fideicomiso para el Fortalecimiento de la Actividad Turística en Quintana Roo (Foatqroo) tendrá que resolver.
El director operativo del Foatqroo, Ricardo Archundia Sánchez, admitió que llevaría por lo menos tres años el embellecimiento de uno de los destinos más populares de México que se ensombreció por los rezagos que dejó Fonatur.
Consideró que para este primer año de la administración del fideicomiso se invertirán 230 millones de pesos, aunque no descartó que se buscarán otras fuentes de financiamiento, entre ellas nuevos impuestos, para atender las necesidades de la zona hotelera; de hecho, están conformando el plan de obras.
Plantas de tratamiento
Las tres plantas de tratamiento de aguas residuales que operan en la zona hotelera de Cancún aún tienen los letreros del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), organismo federal que operó por más de 50 años en Cancún y que salió del destino en 2024, por lo que ahora la responsabilidad recae en el Fideicomiso.
Archundia Sánchez dijo que, en la operatividad de las plantas de tratamiento en el principal destino turístico del país, se coordinan con la empresa concesionaria Aguakán “para atender los rebosamientos” de aguas negras en la zona hotelera.
Se están limpiando pozos, alcantarillas y los ductos de la red de riego todos los días, ya que es la herencia que nos dejó Fonatur, presenta déficit de muchos años atrás sin atender, pero ya se les está dando mantenimiento (a las plantas de tratamiento), comentó.
Las plantas tienen una capacidad total de hasta 545 litros por segundo, que era para procesar lo generado con la operación de 15 mil 445 cuartos, menos de la mitad de los que operaban en Cancún, aunque actualmente la cifra alcanza los 45 mil 679 cuartos hoteleros sin que se haya invertido en mantenimiento, renovación o construcción de más plantas de tratamiento de aguas residuales.
Antes de retirarse, Fonatur, en un diagnóstico de necesidades para el Centro Integralmente Planeado (CIP) de Cancún, arrojó la necesidad de construir una nueva planta de procesamiento de aguas residuales; para ello se requieren 800 millones de pesos, así como mantenimiento de las actuales.
Hoteleros y residentes en la zona hotelera también han expresado la urgencia de que la CFE atienda temas de infraestructura insuficiente para la necesidad actual que generan los más de 45 mil cuartos hoteleros en la zona, así como unas 10 mil viviendas.
Por su parte, ambientalistas han mostrado resultados de estudios realizados a los cuerpos de agua en Cancún, entre ellos a la laguna Nichupté, donde han detectado desagües de aguas negras en diferentes puntos.