
Familias aseguran que enfrentan una cruda realidad ante el inicio del nuevo ciclo escolar, ya que deben desembolsar entre 3 y 5 mil pesos para que sus hijos puedan asistir a clases con lo necesario.
Varias personas entrevistadas en la zona de El Crucero y en plazas comerciales —donde comienzan a notarse las compras apresuradas de útiles escolares, uniformes y zapatos— consideran un verdadero reto enviar a sus hijos al ciclo escolar 2025–2026, debido a los altos precios en distintos establecimientos de la ciudad.

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Estefanía, madre de dos menores, compartió: “Venimos desde Villas Otoch. Tratamos de encontrar los uniformes en tiendas de zonas como Prado Norte y Héroes, pero los precios son muy altos, sobrepasan el presupuesto que tenemos”.
Señaló que sólo el uniforme del menor cuesta casi mil 200 pesos, y el de su hija es aún más caro.
“Además, hay que comprar útiles escolares. A veces el Gobierno da algunos, pero también piden guías y otras cosas que rebasan los mil 500 pesos”, agregó.

Juan Carlos, padre de familia, explicó: “Venimos a la zona de El Crucero porque aquí hay más opciones para comprar uniformes en un solo lugar. Si vamos a otros puntos de la ciudad, tenemos que pagar taxi, y eso aumenta los gastos”.
El padre de familia señaló que en su caso tiene destinado casi 5 mil pesos para su hijo que va a la preparatoria, y eso sin contar lo que se va a requerir una vez que inicien las clases.
Sofía, otra madre de familia, compartió: “Salir a comprar todo lo necesario para el regreso a clases es complicado. Es un día entero fuera de casa, hay que comer en la calle y recorrer tiendas durante horas bajo el sol.”

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Otra madre de familia mencionó los gastos extras que surgen: “Tenemos que estar comprando agua, refrescos, porque los niños se fastidian. Yo tengo un presupuesto de cuatro mil pesos para uniformes, zapatos y útiles escolares básicos para mis hijos”, expresó.
La mayoría de las familias coincidió en que el regreso a clases representa un fuerte gasto. Aunque algunas intentan encontrar precios más accesibles en mercados populares, las condiciones económicas actuales complican aún más la situación.