Pese a la supuesta prohibición de la venta de pirotecnia explosiva en el municipio de Othón P. Blanco, se suscitó un grave accidente en la comunidad de Xul-Ha que involucrar a dos menores de edad quienes sufrieron quemaduras de tercer grado, de modo que ahora uno de ellos tendrá que ser trasladado a la Ciudad de México para recibir atención especializada, por lo que se buscó a las autoridades municipales para cuestionarlas sobre el hecho, pero no se obtuvo respuesta favorable, mientras la familia del menor busca apoyo económico para el traslado.
De acuerdo con la señora Martha León, quien es madre del menor de 12 años y abuela del de 6 años, el hecho ocurrió cuando ella y la madre de su nieto se encontraban preparando tortillas para cenar, por lo que no se percataron de que los niños encontraron el petardo tirado en la calle, por lo que les llamó la atención y se lo llevaron a su casa sin saber que este había sido encendido y aún no explotaba, de modo que una vez que se encontraban en el interior de su vivienda lo abrieron y el petardo les explotó en la cara.
Si bien el caso fue atendido con prontitud y los niños fueron llevados al Hospital Comunitario de Bacalar y luego trasladados al Hospital General de Chetumal, ahora, al menos uno de ellos, Octavio de 6 años actualmente requiere ser trasladado a la Ciudad de México para continuar recibiendo atención especializada, sin embargo, su familia no cuenta con los recursos económicos para costear el hospedaje y la comida que requerirán para mantenerse en la ciudad mientras se encuentre ahí el menor.
Por lo que ahora la familia se siente desesperada, pues no saben qué hacer, ya que la señora Martha y su hija, madre de Octavio, se dedican únicamente a vender tortillas, de modo que no tienen de dónde agarrar para costear sus gastos.
En el caso del menor de 12 años, el niño fue dado de alta del hospital a pesar de que también sufrió quemaduras en el rostro y una de sus manos, debido a que su situación es relativamente menos grave.
Cabe mencionar que la familia del menor no compró los explosivos, incluso la abuelita señaló que justamente por evitar accidentes no suelen comprarles bombitas a los niños, ni siquiera las chispitas o lucecitas, sino que unos jóvenes pasaron en moto tirando explosivos por las calles, quienes dejaron tirado el petardo y se fueron tras ver que no prendió al momento.
Al respecto, se buscó a las autoridades del Ayuntamiento de Othón P. Blanco para cuestionar qué acciones se tomarán al respecto, teniendo en cuenta que presuntamente está prohibida la venta de la pirotecnia explosiva, sin embargo, el secretario general, Luis Gamero Barranco, se limitó a decir que el tema corresponde a la Dirección de Fiscalización, Inspección de Horarios y Comercios en Vía Pública, de modo que se pone en entredicho la veracidad de que supuestamente se han realizado constantes revisiones en el municipio para retirar la pirotecnia explosiva.