Chetumal. – Derivado de situaciones como renuncias obligadas y otras acciones promovidas por parte de la titular del Instituto Quintanarroense de la Juventud (IQJ), Alma Alvarado Moo, la asociación civil y colectiva feminista Marea Verde Quintana Roo señaló hostigamiento por parte de la señalada, por lo que hizo un llamado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto, puesto que no se trata de una situación nueva.
La asociación civil feminista Marea Verde Quintana Roo emitió una denuncia pública en la cual señala a la directora del IQJ por hostigamiento laboral y violentar los derechos del personal que trabaja con ella, toda vez que son numerosas las renuncias obligadas que se han reportado por parte de trabajadoras y trabajadores de la dependencia, derivado de las condiciones poco gratas en las que se ven obligados a laborar.
En ese sentido, la asociación civil conformada por colectivas feministas, activistas y defensoras de los derechos humanos señaló que si bien la titular del Instituto se las da de ser feminista y pro derechos humanos, en la práctica es todo lo contrario, debido a que ha creado un clima de hostilidad entre los trabajadores, violentando los derechos de estos, de modo que se ven obligados a renunciar a sus puestos de trabajo para no seguir siendo violentados por la señalada.
Al respecto, la colectiva feminista también señala a la administradora de la misma dependencia como una cómplice de la directora, mencionando que entre ambas llevan a cabo acciones de hostigamiento en contra del resto del personal, por lo que mencionaron que es una vergüenza que se ostenten como feministas y luchadoras sociales por los derechos humanos cuando en la práctica sus acciones son totalmente contrarias.
Finalmente, para concluir con su denuncia pública, las integrantes de la colectiva Marea Verde Quintana Roo hicieron un llamado a las autoridades estatales para que volteen a ver este caso y tomen cartas en el asunto, toda vez que se trata de decenas de personas que han tenido que dejar sus trabajos por el clima hostil que han creado las funcionarias del IQJ en contra de sus compañeras y compañeros.