
Durante el fin de semana se capturaron ocho ejemplares del pez diablo, dos de ellos con huevas listas para reproducirse, lo que confirma la formación de nidos activos dentro de la laguna.
La procreación de este animal invasor se da especialmente durante la temporada de lluvias, periodo en el que el macho protege tanto a los huevos como alevines, lo que dificulta las estrategias de control y facilita su rápida expansión en el ecosistema, según la asociación Proyecto Aak Mahahual.

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El pez diablo, también conocido como plecos o limpia peceras, es peligroso por su capacidad de adaptación a distintos ambientes, su rápida reproducción y por la usencia casi total depredadores naturales en México debido a su fuerte caparazón y espinas. Además, puede sobrevivir hasta tres días fuera del agua, lo que facilita su dispersión.
Esta especie consume huevos y alevines de peces nativos, alterando las cadenas alimenticias y desplazando a la fauna autóctona de Bacalar.
Este animal no solo se ha minado en la Laguna de Bacalar, sino que también se ha detectado en prácticamente todos los cuerpos de agua del sur de Quintana Roo, incluyendo cenotes y aguadas en comunidades cercanas como Altos de Sevilla y Paraíso. Para combatir esta problemática, las autoridades municipales, estatales y la comunidad han reforzado las campañas de monitoreo, captura y concientización.
Se ha coordinado la participación de voluntarios locales para apoyar en la extracción del pez diablo, implementándose técnicas de monitoreo con ADN ambiental y habilitando líneas para reportar avistamientos.