
Hoteles con disponibilidad, playas semivacías, restaurantes con mesas libres y calles con poco flujo de visitantes. Desde el pasado viernes arrancó oficialmente la temporada alta de verano en destinos turísticos del Caribe Mexicano, pero en Tulum la realidad dista mucho de lo que se esperaría para estas fechas.
No hay señales claras de que la temporada alta haya comenzado. Prestadores de servicios turísticos aseguran que la afluencia ha sido mínima y que el movimiento económico está muy por debajo de años anteriores, cuando julio significaba semanas de trabajo sin descanso.
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“Antes del 15 de julio esto ya era un caos: tráfico, filas, turistas por todos lados. Hoy, el centro está igual que en temporada baja. Rento motos y bicicletas desde hace seis años y nunca había visto una temporada alta tan floja”, señaló David Mota, comerciante de la colonia La Veleta.
El panorama se repite en todos los sectores. Touroperadores, restauranteros y comerciantes coinciden en que no hay repunte, y que incluso hay días en que las ventas son nulas. La ausencia de turistas es notoria y desconcertante.
“No hay reservas. En otros años, teníamos tours llenos semanas antes. Hoy apenas logramos juntar a dos o tres personas cada tercer día. No es sargazo, es que simplemente la gente no está viniendo a Tulum”, comentó Cecilia Lozano, empresaria independiente.
La falta de turismo se percibe en todos los niveles: el transporte público luce sin usuarios, las terminales están semivacías, y muchos hoteles aún ofrecen promociones de último minuto para intentar llenar cuartos.
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Trabajadores de restaurantes aseguran que las zonas que antes lucían abarrotadas ahora tienen más empleados que clientes. “Ya ni los fines de semana se llenan los lugares. A veces pasamos horas sin atender a nadie”, expresó un mesero de Aldea Zamá.
El desánimo es general. Algunos empresarios acusan que Tulum está perdiendo competitividad frente a otros destinos como Bacalar, Holbox o Playa del Carmen, debido a los altos precios, obras mal planeadas, inseguridad y la falta de estrategia turística local.
“Nos prometieron más conectividad, más visitantes, más oportunidades… pero la gente no está llegando. Hay menos vuelos, el tren aún no arranca con fuerza y la promoción turística es casi nula”, concluyó Cecilia Lozano.
A casi una semana de iniciada la temporada alta, Tulum vive una aparente calma que no refleja bonanza, sino preocupación. Una temporada alta sin turistas, sin consumo y sin resultados.