Un brutal homicidio ha conmocionado a los habitantes de la colonia Centro tras el macabro hallazgo del cuerpo de un hombre, identificado como Miguel May, asesinado con extrema violencia dentro de su domicilio, la víctima fue encontrada calcinada de acuerdo a los datos obtenidos, se presume que pudo haber sido asesinado antes de ser quemado.
Los hechos se registraron alrededor de las diez la mañana de este viernes cuando un conocido acudió al domicilio de May, ubicado en la calle 1 de mayo, entre Rafael Melgar y Emiliano Zapata, en el centro de Kantunilkín, en su búsqueda puesto que llevaba dos días sin responder el teléfono.
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Fue ahí cuando se realizó el espeluznante descubrimiento, encontrando el cuerpo de Miguel, de entre 40 y 50 años, completamente calcinado en el interior de la propiedad, aunque se presume que pudo haber sido asesinado días antes.
Fuentes extraoficiales y reportes preliminares sugieren que la víctima no solo fue quemada, sino que también, se presume que presentaba una herida en el cuello y signos de desangrado, lo que indica que el ataque pudo haber sido doblemente atroz.
El área ha sido acordonada por elementos de la Policía Municipal y Seguridad Ciudadana, mientras agentes de la Policía Ministerial arribaron para iniciar las diligencias e indagatorias correspondientes.
En tanto que familiares y conocidos se encuentran en el sitio en espera de los servicios periciales y la Semefo, para realizar el levantamiento del cadáver y practicar la necropsia de ley, la cual será crucial para determinar la causa exacta de la muerte y establecer la secuencia de los hechos.
Vecinos de la zona señalaron que la víctima, quien vivía sola, era visitada con regularidad por personas con las que solía ingerir bebidas alcohólicas, no obstante, afirmaron no haber escuchado gritos ni ruidos de auxilio.
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Miguel May era conocido por ser propietario de un templo dedicado a la Santa Muerte, ahí en su propio domicilio donde días antes realizo los novenarios y la celebración a su patrona y donde irónicamente fue asesinado.
Esta ausencia de ruidos llevó a las autoridades a manejar la línea de investigación de que el hombre pudo haber sido agredido y asesinado antes de ser incinerado, lo que confirma la extrema violencia y saña empleada por el o los homicidas.
