Un operativo extraordinario de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) reveló marcadas diferencias en los precios de hospedaje y alimentos entre la zona de Parque Jaguar y el centro de Tulum, además de irregularidades en varios establecimientos turísticos que provocaron la puesta de sellos de clausura, destacando la suspensión del hotel Diamante K, propiedad del empresario Roberto Palazuelos.
De acuerdo con el comunicado de la dependencia, la acción se realizó tras múltiples denuncias de visitantes y habitantes que reportaron incrementos atípicos en servicios y productos básicos durante la temporada alta.
Como parte del despliegue, personal de Profeco efectuó monitoreos en 29 establecimientos —incluyendo tiendas de autoservicio, conveniencia, farmacias, hoteles y restaurantes— en coordinación con el programa “Quién es Quién en los Precios”. De manera paralela, se inspeccionaron 22 negocios dentro de Parque Jaguar, entre hoteles, restaurantes y clubes de playa, donde se identificaron las variaciones más amplias.
El análisis arrojó que una habitación sencilla en Parque Jaguar presenta un precio promedio de $3,577.50, con tarifas que oscilan entre $1,200 y más de $10,500 por noche.
En contraste, los hoteles ubicados en el centro de Tulum ofrecen el mismo tipo de habitación por $600 a $1,200 pesos, mientras que la doble se encuentra entre $700 y $1,400, dejando en evidencia una brecha considerable entre ambas zonas. En la categoría de habitación doble, el precio máximo detectado fue de $13,860, perteneciente al hotel Diamante K del que es propietario Roberto Palazuelos.
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Debido a diversas irregularidades en materia de exhibición de precios y condiciones de servicio, la Procuraduría colocó sellos de suspensión en los hoteles Diamante K, Pocna Tulum, Villa Pescadores y Cabañas Playa Condesa Tulum. Las faltas incluyeron ausencia de tarifas visibles, menús sin precios o en moneda extranjera, platillos mostrados en idioma distinto al español y omisión de comprobantes de consumo o términos de servicio.
El operativo también permitió identificar alimentos con costos elevados para turistas. El guacamole, por ejemplo, alcanzó precios de hasta $280 pesos; una hamburguesa sencilla, más de $400; tres tacos, cerca de $400; y tres quesadillas, hasta $290. Estos montos se posicionan muy por encima del promedio nacional en zonas turísticas similares.
En tiendas de conveniencia como OXXO, GO MART y 7-Eleven se revisaron 11 productos frecuentes, encontrando nuevamente precios superiores al promedio nacional, especialmente en GO MART, que registró los costos más altos de las tres cadenas.
Además, Profeco realizó verificaciones en supermercados y farmacias donde se aplicaron suspensiones —salvo en Farmacon— por no exhibir precios o no informar adecuadamente sobre garantías y devoluciones. En restaurantes como Burrito Amor, Batey, Encanto y otros se llevaron a cabo visitas de vigilancia con recomendaciones para cumplir con la Ley Federal de Protección al Consumidor.
La Procuraduría afirmó que mantendrá presencia en Tulum para atender denuncias, orientar a consumidores y garantizar que los establecimientos cumplan con lo establecido en la ley, especialmente durante los periodos de mayor afluencia turística.
