
Así luce la entrada al estero de Sabancuy: un espejo de agua que se funde con el cielo al atardecer, rodeado de vegetación exuberante y atravesado por un puente que parece flotar sobre el paisaje. Este rincón del litoral campechano se ha convertido en un destino imperdible para quienes buscan conectar con la naturaleza y disfrutar de una experiencia de paz, biodiversidad y belleza escénica.
Ubicado en el municipio de Carmen, el estero de Sabancuy es una joya ecológica que forma parte del sistema costero del Golfo de México. Sus aguas tranquilas y cristalinas albergan una rica variedad de fauna, incluyendo aves migratorias, peces, crustáceos y reptiles, lo que lo convierte en un sitio ideal para la observación de aves, la pesca deportiva y los paseos en lancha.
¿Cómo llegar desde la capital de Campeche?
Desde la capital del estado, San Francisco de Campeche, se puede llegar a Sabancuy por la carretera federal 180, en dirección a Ciudad del Carmen. El trayecto en automóvil dura aproximadamente 1 hora con 35 minutos, recorriendo unos 130 kilómetros. También hay autobuses directos que salen desde la terminal de Campeche y llegan al poblado de Sabancuy en un tiempo estimado de 3 horas.
¿Qué encontrarás en Sabancuy?
Además del estero, el visitante puede disfrutar de:
- Playas vírgenes de arena blanca y aguas turquesa
- Gastronomía local, con mariscos frescos como el pámpano, la sopa marinera y el pescado a la sal
- Paseos en bote por los canales del estero
- Ambiente bohemio y relajado, ideal para desconectarse del ritmo urbano
- Hospedaje rústico y ecoamigable, como cabañas y hostales frente al mar
Sabancuy es también punto de partida para explorar otras joyas naturales cercanas, como Isla Aguada, Santa Rosalía y la zona arqueológica de Tixchel.
Este paraíso costero, aún poco explorado por el turismo masivo, ofrece una experiencia auténtica y sostenible. Ya sea para una escapada de fin de semana o una travesía más profunda por el sur de Campeche, el estero de Sabancuy espera con los brazos abiertos y el murmullo del agua como bienvenida.
JGH