Con el inicio del último y más esperado mes del año, las posadas navideñas se convierten en el preámbulo de la Nochebuena y en una de las tradiciones más arraigadas en México. Estas celebraciones, que se realizan del 16 al 24 de diciembre, no solo están acompañadas de villancicos, piñatas y luces, sino también de una gastronomía típica que da identidad y sabor a la temporada.
🍲 Platillos y bebidas infaltables en las posadas
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Tamales: ya sean oaxaqueños de mole, de rajas con queso o de salsa verde, son el platillo más compartido en estas fiestas. Su practicidad y sabor los convierten en protagonistas de la mesa.
Ponche navideño: elaborado con tejocote, guayaba, manzana, caña, tamarindo, canela y piloncillo, es la bebida reconfortante por excelencia. Puede servirse con o sin “piquete” (un toque de alcohol).
Buñuelos: crujientes y espolvoreados con azúcar o bañados en miel, son el postre que endulza la velada.
Atole y champurrado: perfectos para acompañar los tamales y combatir el frío decembrino.
Antojitos mexicanos: tostadas, pambazos, tacos y quesadillas suelen complementar la oferta gastronómica, aportando variedad y sabor.
Colación: mezcla de dulces tradicionales como cacahuates, galletas y frutas secas que se reparten tras romper la piñata.
🌮 Regionalismos y sabores locales
En la Península de Yucatán, las posadas también incluyen platillos como el pavo en escabeche y el relleno negro, que aportan un toque regional a la celebración.
🎶 Más allá del sabor
La comida en las posadas no solo sacia el apetito, sino que refuerza la convivencia comunitaria. Compartir un tamal o brindar con ponche es parte de la experiencia que une a familias y vecinos en torno a la tradición.
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