Síguenos

Última hora

Denuncian en la Colosio presunto cobro ilegal del INSUS por títulos de propiedad

Yucatán

La libertad de pensamiento: hilo conductor que une a mis lectores

Por Edgar Rodríguez Cimé

Literatura surrealista: ¿Cómo es posible que mis crónicas, reseñas o relatos gusten a cierta (minoría de) gente con intereses políticos tan variados como masones, perredistas, morenistas, socialistas, anarquistas, priistas y hasta panistas? Vengo dándole vuelta al asunto y pienso que el hilo conductor es “la libertad de pensamiento”, porque si algo distingue a mis letras es la “irreverencia” de “no dejar títere sin cabeza” a la hora de juzgar las injusticias del explotador sistema capitalista.

De masones, perredistas, morenistas, socialistas y hasta anarquistas, lo entiendo, porque comulgamos con ideas afines como el humanismo, el desarrollo comunitario o la igualdad social, pero de los otros francamente me cuesta trabajo entenderlo. Cómo entender que le guste mi literatura a los priistas (cultos), si me paso el tiempo “cantándole su precio al sistema capitalista”.

Pero, más aún cómo comprender que les gusten mis letras a connotados intelectuales ¡panistas!, cuando “yo soy totalmente” no Palacio de Hierro, como dice el comercial, sino “de los de Abajo”, como decía el escritor de la Revolución mexicana, Mariano Azuela, “de los Olvidados”, como les llamaba el cineasta español Luis Buñuel, o “de los Nadie”, como les apodaba el literato uruguayo Eduardo Galeano.

Pero empecé a percibir ciertos signos de “surrealismo” en mi literatura, cuando un día me enteré de que mis trabajos literarios eran literalmente “detestados” por el entonces director de Literatura del Ayuntamiento de Mérida, Irving Berlín, a lo cual tiene derecho, pero lo que sí de plano me pareció un cuadro de Salvador Dalí fue que otro día “vi con mis propios ojos” que el citado funcionario, aclaro que con nivel de “Doctorado”, caminaba rumboso en una calle del centro histórico con ¡¡¡un ejemplar de mi último libro!!! (¿?).

Les juro que me quedé con cara de “¿What?”.

Libertad de pensamiento, heredada de mis dos abuelos felipecarrilloportistas, y continuada con mi padre librepensador que nunca me inculcó ideas religiosas, que me ha llevado a enfrentarme –como “Quijote loco”– a los monstruos políticos con apariencia, no de “molinos de viento”, sino de “gobiernos demócratas” que hacen todo lo posible por favorecer a los de Arriba, a costa de la vida miserable de los de Abajo.

Podrán corrernos de los empleos por no ser sumisos, prohibirnos entrar en sus universidades, encerrarnos en celdas por portarnos mal, obstaculizar nuestro desarrollo intelectual, retrasar nuestras publicaciones, pero nunca podrán enclaustrar nuestros pensamientos libres.

edgarrodriguezcime@yahoo.com.mx

Colectivo cultural Felipa Poot Tzuc

Siguiente noticia

Deportistas de TKD refuerzan su entrenan en la playa