A diferencia de otras Entidades, Yucatán ha tenido gobiernos que, de alguna manera, han beneficiado a la población; sin embargo, no ha sido suficiente para que la mayoría salga de la pobreza, afirmó ayer Ana María Anguiano Molina, profesora de la Universidad de Guadalajara.
Durante el curso-taller que impartió bajo el auspicio del Colegio Yucateco de Profesionales de Trabajo Social, señaló:
—He sido convocada a un taller para la elaboración del estudio socioeconómico, que es un recurso muy importante para la profesión como parte de un protocolo que se presentó el 27 de mayo del 2013 para las instituciones de salud, pero que en nuestro curso hemos tratado de optimizar la aplicación de los estudios socioeconómicos con fines de mayor profesionalidad, de mayor relevancia; el trabajador social no sólo trabaja en el sector salud, también trabaja en empresas, en comunidades, en el mismo gobierno: entonces, dicho estudio es un medio que tiene como finalidad identificar, ver las proporciones de la situación de pobreza en que se encuentra la gente, la marginación, las necesidades en general; entonces habría que hacer esa investigación para poder diagnosticar y proponer tratamientos holísticos, transdisciplinares que mejoren la situación de la gente y la conduzcan hacia el bienestar, indicó.
—¿De qué manera se puede ayudar a la gente que verdaderamente lo necesita?, preguntamos.
—Una de las cuestiones fundamentales del trabajo social contemporáneo nos habla de la gestión; los trabajadores sociales podemos vincular a las instituciones, potenciar los servicios que se dan para buscar el bienestar de la gente, pero sobre todo vamos a motivar a las personas para que puedan obtener logros importantes; esto tiene que ver mucho con la capacitación, con la organización que vivimos: creemos que el bienestar de la gente depende también que ellos se incorporen a las instituciones y logremos ir creciendo poco a poco y logremos mejoras, respondió.
Los más vulnerables
La entrevistada dijo que una de las tareas de las instituciones de salud es trabajar con los jóvenes, que son los más vulnerables.
—Por ejemplo, en el Sector Salud estamos trabajando mucho con la prevención, la rehabilitación en los menores que son el sector más vulnerable; todos estos factores tienen que ver con trabajo social, que si bien están en la asistencia también pueden estar en la gestión, en el tratamiento y la regulación de muchas prestaciones. La idea es que si un trabajador social está laborando en una institución de salud tiene que organizar, estar al pendiente; es una carrera humana y los trabajadores sociales a través de su formación desarrollan talentos en ese rubro que tienen que ver con la ética y el respeto; es la diferencia con otras profesiones, el trabajador social es aquel ciudadano comprometido con las causas sociales.
En este taller hemos tratado de ver la parte técnica, la parte metodológica, pero sobre todo hemos logrado fortalecer el compromiso que tiene los trabajadores sociales, manifestó.
Durante su ponencia denominada “Instrumentos y herramientas para la intervención en Trabajo Social”, dijo que el respeto a las personas es fundamental en esta profesión.
—Ese es uno de los principios, por eso el Colegio de Trabajadores Sociales Profesionales Yucatecos, que me parece una instancia importante, está trabajando ahora en esa dimensión: en capacitar a los trabajadores sociales, en este caso, en los estudios socioeconómicos, que es un protocolo para poder atender a la gente con mayores beneficios, concluyó Ana María Anguiano Molina.
(Texto y foto José Luis Díaz Pérez)