La familia está compuesta de un hombre y una mujer. Entonces lo que habría que explicar es que el que llega al matrimonio, si no es una persona sana, si es una persona enferma cargada de un ADN muy negativo y si se encuentra a otra persona con un ADN negativo, y se juntan 2 ADN negativos, lo que forman es un desastre, no una familia.
Eso afirmó el padre Darío Betancourt, sacerdote diocesano de Colombia, quien ha visitado 104 países predicando, “no turisteando, predicando”, aclara.
Y agrega:
—¿De qué manera se puede evitar caer en esa situación?
El joven tiene que buscar a Jesús para que se vaya sanando, y para prepararse como un hombre que algún día tiene que ser esposo y papá.
Pero tiene que sanarse individualmente. La sanación comienza por algo personal, individual, y la persona bien sanita puede formar un hogar sano.
Cuando no es así, lo que crean es un manicomio, un hospital, porque son un par de enfermos que no se prepararon para el matrimonio y para recibir el sacramento del matrimonio, para vivir la vida de Dios en el matrimonio. Cuando eso ocurre son los desastres, como vemos tantos que se casan por lo que yo llamo “bed fever”, o sea, fiebre de cama, y la fiebre de cama lo que hace es que aumenta la fiebre.
-¿Y es por eso que hay tanto divorcio?
-Sí. Es que precisamente como no se preparan para el matrimonio, porque vienen de familias desastrosas, son dos enfermos que se juntan, ¿y qué crean? Pues un hospital, de diferentes clases: un hospital mental, un hospital físico, de todo. Por eso hay que tratar de que cada persona llegue lo más sano posible al matrimonio. Hablarles a los jóvenes por ejemplo de la hermosura de la vida, pasar la vida, de la belleza de pasar la vida. De que el acto sexual no es simplemente un placer de joven, sino es la responsabilidad de pasar la vida, y la responsabilidad de que una persona sana pasa sanidad, sanación. Esto tiene un campo que no se termina. Hay que prepararse para formar familias sanas, y eso comienza en los mismos papá y mamá, en la tarea de enseñarles a sus hijos.
En la Iglesia están las mejores
Yo cuando era niño, me acuerdo de que mi papá me decía: Hijo, cuando te vayas a casar, busca a tu esposa en la iglesia, en la iglesia están las mejores, no están las más lindas, pero están las mejores. Porque mujer que practique la religión es principio de seguridad y de felicidad.
-¿A qué puede atribuirse tanto problema que hay en el mundo?
-El problema más grande que tiene la humanidad hoy día es la ausencia de Dios, se han separado de Dios, han abandonado a Dios, y el único que nos hace felices, el único que nos ayuda en todo, se llama la persona adorable de Jesús, que es Dios. Entonces la persona tiene que buscar a Dios, pero tiene que aprender primero el amor por Dios, pero eso viene desde la familia. Por eso hay que trabajar tanto por la familia. Que papá y mamá que sean una mujer y un hombre cristianos, pero que vivan su cristianismo, no nada más estar registrados en un archivo parroquial de que fueron bautizados. Vivirlo, y para vivir hay que enseñar. Entonces tenemos que ser todos como un reflejo de la belleza de Dios, de la hermosura de Dios, del encanto de Dios. El niño va viendo al papá y la mamá, ¿qué son, qué hacen?, y aprende. Pero hay que trabajar mucho y muy fuerte con la familia. ¿Qué es familia? Un hombre y una mujer que procrean hijitos. Lo que Dios instituyó, la familia natural, no la que proclamó el mundo. No quiero entrar en más detalles porque es un mundo muy delicado. El mundo vende su basura. Y tenemos un enemigo muy grande que se llama el diablo y Satanás para hacer creer lo contrario, y es una lucha a muerte y hombro a hombro, como en otra época las batallas eran de espada a espada, así es una lucha, pero por lo menos hablar de la belleza que es un hombre cristiano y una mujer cristiana.
Sus temas
-Padre, ¿cuáles son sus temas acostumbrados?
-Jesucristo el Señor, sanador integral de la persona en el alma, la mente, el espíritu y el cuerpo.
-¿Cómo sana Jesucristo a las personas?
-Es un secreto de estado de Jesucristo (ja, ja, ja). Es muy difícil explicarlo. A cada uno el buen Jesús le tiene su momento, su lugar, la gracia, el motivo para darle la gracia para sanar pedacito por pedacito. Él nos va sanando poco a poco, nos va llevando en una transformación hasta llegar a ser la persona adorable de Jesús.
-¿De qué le va a hablar a la gente hoy?
-De Jesucristo en la voz activa y en la voz pasiva. Jesucristo por la mañana, Jesucristo por la noche, Jesucristo por arriba, Jesucristo por abajo, por todos lados Jesucristo.
-¿Qué más nos puede decir, padre Darío?
-Bueno, que soy nacido en Colombia y me malcrié en Nueva York, ja, ja, ja.
-Ja, ja. Gracias, padre.
El padre Darío Betancourt fue entrevistado en el marco del Congreso de la Renovación Carismática Católica de la Arquidiócesis de Yucatán, que tiene lugar en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI.
(Roberto López Méndez)