El INAH clausuró ayer de manera temporal varias obras irregulares que se realizan en el interior de la “Casa Minarete”, ubicada sobre el Paseo de Montejo y donde se realizan constantes bacanales en las que corren ríos de alcohol, y se producen escándalos que rebasan los niveles permitidos.
En días pasados, POR ESTO! dio a conocer sobre las constantes fiestas que se realizan en la “Casa Minarete”, ubicada sobre el Paseo de Montejo, las cuales perjudican a los vecinos de la zona, debido a la música estruendosa, aunado a la hora en la cual se realizan las fiestas que no dejan dormir a la gente que tiene que trabajar al día siguiente desde temprano.
Además de infringir los niveles de ruido permitidos que afectan a los vecinos que viven por la zona, en especial la calle 58, los parroquianos se dedican a quemar o utilizar juegos pirotécnicos, cuyas explosiones afectan a las personas de la tercera edad que viven en la zona.
Los restos de pirotecnia aún incandescentes, han caído en los traspatios de los predios elevando el riesgo de incendios, ya que en algunos inmuebles hay estructuras de cartón o plástico que podrían incendiarse.
Este jueves, inspectores del INAH acudieron alertados de que en la referida casa se realizaban obras de adecuación, del edificio afectando su estructura original, así como la tala de árboles y la construcción de una explanada.
Los inspectores colocaron sellos de clausura de color rojo, en vista que quienes ocupan el lugar no solicitaron los permisos correspondientes, el pasado jueves.
A pesar de que el lugar estaba clausurado, quienes lo arrendaron insistieron en continuar con las obras civiles y metieron una revolvedora de concreto para colar pisos.
Ante esta situación y la reincidencia, el INAH acudió la tarde de este viernes y clausuró de manera indefinida el lugar.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Mérida nada ha hecho ante las irregularidades denunciadas por los vecinos, demostrando el desinterés del alcalde Renán Barrera Concha para atender el problema de contaminación auditiva.
En la anterior administración municipal, el exalcalde tomó cartas en el asunto, sin embargo tal parece que al actual edil poco le importa la contaminación auditiva que generan las borracheras y fiestas de ebrios de “Casa Minarete”, mostrando extraña filiación a ese tipo de situaciones.
(José Manrique)