Síguenos

Última hora

Por posibles síntomas de Mpox, dos personas fueron internadas en hospital del IMSS en Cancún

Yucatán

El Bautismo es estar a la disposición de Jesús

PROGRESO, Yucatán, 14 de enero.- Hace unas semanas celebrábamos el nacimiento de Jesús; pero ahora el niño se nos ha hecho mayor al llegar a los 30 años, e inicia su vida pública.

El Pbro. José Francisco Mukul Domínguez, párroco de la Purísima Concepción y San José de este puerto, en su homilía de este domingo, habló del bautismo del Señor, la fiesta que hoy celebramos marca el comienzo de la vida pública de Jesús a los 30 años, cuando aparece y tres años después es crucificado.

En todo caso, parece ser que Jesús vivió unos cuantos años una vida escondida, sin manifestarse como el Mesías, sin hablar de su misión a los que se acercaban a él, sin diferenciarse en nada de otro judío más de Galilea en su tiempo.

Pero Jesús inicia su vida pública, deja su familia, el trabajo seguro, la compañía de sus conocidos y familiares, y se acerca a Juan El Bautista.

Comenzando su vida pública, extendida por toda Judea y Galilea, donde se predicaba la venida del Mesías e invitaba al pueblo a convertirse para prepararse ante su próxima venida.

Pero ¿qué pensó Jesús ante esa predicación? Está claro que ante Juan tomó conciencia de quién era, de cuál era su misión, se dio cuenta que había llegado el tiempo de dejar su casa y de salir a los caminos para predicar el Reino de Dios.

No fueron las decisiones insustanciales de un niño, fue una decisión seria y radical de una persona adulta que toma las riendas de su vida y se dirige a donde quiere. Su destino final, la muerte en cruz, no fue un accidente, el fruto de esta decisión de Jesús era poner toda su vida al servicio del Reino.

El bautismo de Jesús marca ese momento trascendental, de cambio, que determina el futuro de Jesús. Antes de su bautismo, es seguro que Jesús se dedicó muy seriamente a pensar en su vida, en su misión.

Este se presentó a Juan y se hizo bautizar, del mismo cielo le llegó la confirmación de su misión: “Tú eres mi Hijo, el amado”, a partir de entonces comenzó su ministerio.

Nosotros fuimos bautizados de recién nacidos, no fue el fruto de nuestra decisión, sino de la de nuestros padres, pero nunca es tarde para pensar si realmente queremos asumir aquel bautismo como nuestro.

Qué recuerdo tengo de las ceremonias de bautismo a las que he asistido, reflexiono en mi propio bautismo, qué significa para mí ser cristiano, basta con venir a misa los domingos, quizá ni siquiera todos, o ser cristiano significa algo más, como estar a disposición de Dios.

(Julio Jiménez Mendoza)

Siguiente noticia

El arte de elaborar panes