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Yucatán

Habitantes de Tabí pretenden rescatar iglesia

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Arboles abrazan vestigios de lo que fue el templo de Sacabá

TABI, Sotuta, 25 de enero.- Intrincada en los montes de Tabí, en Sotuta, a una distancia de entre 5 y 6 kilómetros del pueblo, se aprecia el cascarón de lo que fue una iglesia y algunos indicios de una comunidad, por lo que indígenas pretenden rescatar las obras de sus antepasados mayas.

Guadaña y carabina en mano, para ir abriendo el acceso y para accionar en caso de ser sorprendidos por una víbora de cascabel, pues los campesinos dejaron de sembrar maíz en este punto de la localidad precisamente por la mordedura de este reptil que llegaron a sufrir algunos pobladores, finalmente, luego de una larga caminata del reportero de esta casa editorial con la ayuda de don Manuel Jesús Cuxin Moo, don Bartolo Noh Avilés y de Alexis Enrique Santiago Cauich se pudo llegar.

Los árboles pareciera que abrazaron lo que fue la iglesia de Sacabá, pero se aprecian aún muros, cuartos, nichos donde colocaban las imágenes religiosas, pozos de donde sacaban el agua para solventar sus necesidades, arcos bien definidos pero sobre todo, obras perfectamente bien construidas, con piedras labradas y hasta lavaderos o metates.

Los indígenas de esta comunidad de Tabí coincidieron en señalar que les gustaría que las autoridades del Instituto de Antropología e Historia u otras instancias les ayudaran a abrir un camino, incluso, dijeron que ellos ayudarían a limpiar el lugar, toda vez que lo que se pretende es rescatar las historias de sus antepasados, porque, incluso, ellos mismos se sorprenden de la forma en que pudieron construir bardas o torres tan altas con sus arcos perfectos.

Con la Guerra Casta el pueblo desapareció

La historia de la llamada Guerra Casta revela que se le denominó de esa manera al movimiento social que los nativos mayas del sur y oriente del estado iniciaron en el mes de julio de 1847 contra la población de blancos, criollos y mestizos, que se encontraba establecida en la porción occidental de la península de Yucatán.

La Guerra, que costó cerca de un cuarto de millón de vidas humanas, terminó oficialmente en 1901 con la ocupación de la capital maya de Chan Santa Cruz por parte de las tropas del Ejército federal mexicano.

Este conflicto bélico, acaecido en la mitad del siglo XIX, hay quienes ponen en tela de juicio el apelativo con que se ha designado. Se sublevaron y condujeron la cruenta lucha los integrantes de un sector muy numeroso de los indígenas mayas, aquellos que no habían sido totalmente mediatizados y subyugados intelectualmente, y que en su gran mayoría vivían en el oriente y el sur de la península.

Se revelaron además, no solo contra los criollos, sino contra los mestizos y los mulatos que vivían en territorio enemigo. Esto llevó a los indígenas a desaparecer de sus pueblos para ponerse a salvo, pues sus enemigos les destruyeron sus viviendas y las iglesias donde muchos se refugiaban.

Por ello, detrás de cada iglesia de los pueblos de Yucatán que fueron construidas en el siglo XIX existe una historia, tal como sucede en la localizada entre los montes de Tabí, donde sus habitantes pretenden rescatar las obras de sus antepasados mayas.

(Texto y fotos José Luis Díaz Pérez)

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