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Dra. en Arq. Yolanda Fernández Martínez
Pensando con la Ciudad
Política pública transversal desde la perspectiva de los Derechos Humanos y el Derecho a la Ciudad
Hay que enfatizar que los decesos de peatones en la vía pública no deberían de verse como un problema vial. Son un problema de movilidad urbana que implica tomar en cuenta desde el diseño de la calle, hasta contar con camiones panorámicos, pasando por el diseño de una política pública de atención al adulto mayor que sea transversal a la de la accesibilidad universal. Es decir, ¿dónde están los derechos de las personas de la tercera edad que se desplazan por la ciudad?
A lo largo de la semana hemos sido informados a través de la prensa local sobre diversos incidentes en la vía pública en donde lamentablemente hay vidas humanas de por medio. El reciente deceso de un adulto mayor como consecuencia de haber sido atropellado mientras cruzaba la calle 61 con la esquina de la 56 en el Centro de la ciudad, por un autobús de transporte público que daba la vuelta, requiere de especial atención por parte de los diferentes actores que participan en la toma de decisiones referentes al tema de movilidad urbana, derechos humanos y derecho a la ciudad.
Primero que nada, hay que precisar que estos incidentes en la vía pública no son exclusivamente un problema de vialidad. Deberían verse como un problema de salud pública en donde las personas de la tercera edad que requieren trasladarse de un lugar a otro, ya sea dentro de la ciudad, hacia la periferia o al interior del Estado, están siendo vulneradas en su derecho a la accesibilidad universal y al derecho a la ciudad. Toda vez, que precisamente por usar las vialidades, ponen en riesgo sus vidas.
Por lo tanto, todos los actores que intervienen en el espacio público somos responsables de cambiar el paradigma. Lo que sucede en el espacio público debe verse como parte de la vida pública de la ciudad y, por ende, establecer una agenda agresiva y ambiciosa para evitar estos casos, en donde se pierde lo más valioso, la vida humana.
Mucho se ha mencionado de la importancia no solo del diseño de vialidades seguras, sino también de la necesidad de que los autobuses sean panorámicos, para tener una visibilidad completa con respecto a lo que sucede al nivel de la calle. Sin embargo, el sector camionero ha manifestado que no son viables económicamente. Todo esto va de la mano a la capacitación y responsabilidad que tenemos al momento de conducir un automotor en la ciudad.
En virtud de lo anterior, se requiere que se determine una política gubernamental en donde se precise que los incidentes en la vía pública, no son accidentes, porque muchos de ellos pudieron ser prevenidos y evitados. Además de que urge que dejemos de hablar de problemas viales para pasar a discutir sobre temas de movilidad, en donde convergen dos aspectos fundamentales: los derechos humanos y el derecho a la ciudad.
Por el momento en Yucatán, aún falta que los temas urbanos y de movilidad se incorporen a la discusión de los derechos humanos, aunque desde la normativa federal, pasando por la estatal y la municipal, el tema de la movilidad está posicionado como uno de los ejes prioritarios no sólo para ordenar el territorio, sino para garantizarle a la población seguridad y mejores condiciones de desplazamiento para proteger vidas.
Como el tema de la movilidad urbana es cada vez más complejo y prioritario en las ciudades en crecimiento, tenemos el caso del Ayuntamiento de Benito Juárez que a principios del mes de enero anunció la posibilidad de crear un Instituto Municipal de Movilidad para suplir a la Dirección de Transporte, debido a que deben de incorporar tres acciones fundamentales en la ciudad de Cancún: la primera tiene que ver el mejoramiento de la infraestructura vial; la segunda con la regulación y restructuración del sistema de transporte público y la tercera con la planeación de los cambios en la geometría de la estructura urbana para eficientar la movilidad. Habría que reflexionar sí la ciudad de Mérida debería contemplar tener un instituto de movilidad que opere el “Plan Maestro de Movilidad Urbana Sustentable”.
En virtud de lo anterior, hay que enfatizar que los decesos de peatones en la vía pública no deberían de verse como un problema vial. Son un problema de movilidad urbana que implica tomar en cuenta desde el diseño de la calle, hasta contar con camiones panorámicos, pasando por el diseño de una política pública de atención al adulto mayor que sea transversal a la de la accesibilidad universal. Es decir, ¿dónde están los derechos de las personas de la tercera edad que se desplazan por la ciudad?