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Yucatán

Deuda de PEMEX es cada vez menos manejable

Al participar en la mesa redonda “Petróleos Mexicanos de Cárdenas a la Cuarta Transformación”, el economista Raúl Vela Sosa calculó que la renta petrolera no se ha invertido ni ahorrado y que para transformar todo hay que realizar por lo menos siete acciones que iniciarían con la autonomía presupuestaria de la paraestatal, para que no siga transfiriendo enormes recursos a las finanzas públicas por la vía de la tributación.

“La cuarta transformación pasa por la reducción de la deuda de PEMEX, que cada día es menos manejable (105 mil millones de dólares en 2018); por una menos dependencia de PEMEX a las importaciones; por la reorganización productiva que nos permita seguridad energética; pasa por el incremento de inversiones de PEMEX en exploración y explotación”.

Además, la cuarta transformación pasa por la construcción de un modelo de gestión que evite los resultados, de que a cuatro años de la reforma estructural energética, PEMEX registra pérdidas por encima de los 400 mil millones de dólares; la cuarta transformación debe garantizar que los recursos que se obtienen por petróleo no se destinen a gasto corriente sino a gasto de inversión productiva.

Recordó que en febrero de 2019, el auditor superior de la Federación (ASF), David Colmenares Páramo, reprobó a la reforma energética al entregar su Tercer Informe para la Revisión de la Cuenta Pública de 2017, además de advertir que Pemex Exploración y Producción, así como Pemex Transformación, se encuentran “en quiebra técnica” por no aprovechar sus capacidades. Además declaró que “No reportó avances en 5 años y la inversión cayó 60 %”.

Tenemos que diferenciar entre los ingresos petroleros y el régimen fiscal de PEMEX. El primero se compone de los ingresos propios de PEMEX, lo que obtiene que son los Derechos a los Hidrocarburos, el impuesto a los rendimientos petroleros y el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios por concepto de enajenación de combustibles (IEPS petrolero), dijo.

Señaló que lo otro es el conjunto el conjunto de contribuciones que la paraestatal efectúa al Gobierno Federal y se le denomina Régimen Fiscal de PEMEX, el cual se forma de la mayoría de los componentes de los ingresos petroleros, salvo por los ingresos mencionados, además del Impuesto al Valor Agregado (IVA), el impuesto a la importación de mercancías y otras obligaciones.

Además, cuando compromisos fiscales proyectados al inicio del ejercicio fiscal son menores que los compromisos pagados a fin del año, se generan los famosos ingresos excedentes por actividad petrolera, dijo.

Refirió que en nuestro país, existe una dependencia histórica de las finanzas públicas hacia los ingresos del petróleo. Ésta se expresa como el porcentaje que representan los ingresos petroleros respecto de los ingresos totales del sector público.

Indicó que PEMEX transfiere parte de su renta petrolera al gobierno federal a través del pago de impuestos y derechos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que posteriormente hace una distribución de acuerdo con lo establecido en el Presupuesto de Egresos de la Federación que año con año aprueba la Cámara de Diputados.

Los ingresos propios son conservados por la empresa paraestatal para financiar su gasto y pago de pasivos. La recaudación por IEPS (impuesto especial) petrolero va a la Recaudación Federal Participable, es decir se convierte en recursos que se distribuyen entre Estados y Municipios. En específico, lo obtenido por la fracción II, se distribuye a entidades y municipios a través del Ramo presupuestal correspondiente.

Entre el año 2000 y 2012, México recibió el mayor ingreso por petróleo porque tuvo una elevada producción y precios altos. Este ingreso se distribuyó y no se sabe en qué se gastó.

Países petroleros, con importantes ingresos provenientes de los hidrocarburos, no utilizan esos recursos para pagar gasto corriente como se hace en México, sino que fue utilizado para construir infraestructura y generar desarrollo para el mediano y largo plazo.

El gobierno de la nación al no contar con los suficientes ingresos tributarios para poder solventar 100% del gasto público, propicia el endeudamiento de la paraestatal. Ha sido un hecho recurrente por parte del gobierno de la nación de utilizar como la venta petrolera, para pagar gasto corriente en lugar de destinarlo a proyectos de inversión o a para financiar al propio sector petrolero. A PEMEX se le han exprimido sus recursos, indicó.

Estos ingresos petroleros por precios altos en su momento y por una producción de más de 3 millones de barriles diarios, propició que las autoridades hacendarias descuidaran la recaudación y se dejara descansar en los ingresos petroleros en gasto público, sobre todo gasto corriente, señaló.

Es decir los gobiernos dejaron de aplicar o retrasaron la aplicación de políticas eficientes, con relación a recaudación, control de las finanzas públicas y el endeudamiento, confiados en el ingreso petrolero, dijo Vela Sosa.

Advirtió que hemos pasado a producir de 3 millones de barriles diarios en 2006 a menos de 2 millones en 2018. Por tanto se han caído los ingresos que dejaba la renta petrolera al sumarse la fluctuación de los precios internacionales del crudo y las gasolinas.

En tales circunstancias, al caer el precio de la venta de petróleo por barril, se ha elevado el costo de producción. Afectado a PEMEX y a las finanzas mexicanas. Los costos administrativos de PEMEX crecieron el 20 % y los financieros 32%.

Adicionalmente, se consideró la modificación del régimen fiscal de PEMEX a fin de que la empresa pudiera realizar mayores deducciones de costos en los casos de asignaciones para la exploración y extracción de hidrocarburos en áreas terrestres o en aguas someras. Al respecto, la SHCP estimó una reducción de 50 mil millones de pesos en el pago de derechos de 2016.

(Rafael Gómez Chi)

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