PROGRESO, Yucatán, 17 de abril.- Mario Humberto León Montero, de 48 años, quien fuera cocinero, presuntamente debido a un problema de tiroides tiene un peso de 230 kilos y ello le ha ocasionado problemas severos de salud, motivo por el cual pide ayuda a los ambles lectores del POR ESTO!, por múltiples deudas y necesidades.
En visita a su domicilio ubicado en la calle 31 número 229 por 110 y 102 de la colonia Feliciano Canul Reyes, Mario dio a conocer que ante su sobrepeso se le presentaron problemas de salud que ameritaron su ingreso un hospital de paga de la ciudad capital, donde contrajo un adeudo de 60 mil pesos por 12 días de ingreso, por los cuales firmó pagarés para que pueda volver a su domicilio.
“Estoy mal de salud, no puedo ponerme de pie, mis piernas no soportan mi peso, tampoco me puedo mover para ir al baño, tengo que estar en mi hamaca, de donde no me muevo”, puntualizó.
Añadió que tiene familiares pero estos son de escasos recursos económicos, cuando podía trabajar fue cocinero pero después debido sus problemas de salud ha quedado imposibilitado para trabajar, y sin dinero.
“En la posición que me encuentro requiero de oxígeno, debido a que el agua se me fue a los pulmones y comenzó asfixiarme, requiero de pañales desechables, de alimentos, en este caso frutas para llevar a cabo mi dieta blanda, al igual que medicamentos para las llagas de las heridas que se me forman en la espalda por falta de movimiento. En realidad por eso pido a través de las páginas del rotativo que en estos días de Semana Santa ojalá alguien pudiera brindarme algún apoyo para mis necesidades.
“Soy una persona seria, con problemas de salud, los que deseen darme algún apoyo favor de acudir a mi domicilio, donde mi vecina doña Lina Isabel Méndez recibirá los apoyos para mi dolencia, en caso que quisieran hacer alguna donación por favor marquen al teléfono 0699351436 de mi cuñada Rosy Castillo, quien acudirá a recogerlo”, subrayó.
Agregó que su situación es lamentable y ayer lo visitó una persona, quien le ofreció realizar una kermés para recaudar fondos, pero tristemente este personaje lo engañó ya que se llevó su teléfono celular, dejándolo prácticamente incomunicado.
“Sé que no solo en el puerto sino en varias partes donde llega este prestigiado diario, del que siempre he sido lector, he visto que los que piden ayuda la reciben y hoy he pasado a ser parte de los necesitados, por lo cual espero que las almas caritativas me tengan en cuenta”, culminó.
(Julio Jiménez Mendoza)