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Proponen nuevo modelo para tratar a adolescentes transgresores

El Dr. Jorge Hevia Orozco, experto en neurociencias y colaborador del Colectivo AVE, propuso ayer un nuevo modelo de tratamiento para los adolescentes que entran en conflicto con la ley y, asimismo, pidió la construcción de un complejo grande donde puedan conjuntar cada una de las disciplinas que intervienen en su atención.

Entrevistado en el marco de la Reunión Regional Preparatoria para el Congreso Mundial sobre la Justicia para Niños, Niñas y Adolescentes, Hevia Orozco agregó:

–Lo que vamos a proponer es un modelo de trabajo que sea un centro integrativo de justicia restaurativa para adolescentes. O sea, que se pueda reunir a todo un grupo interdisciplinario en un complejo grande donde podamos tener terapeutas, asistencia legal, psicología, medicina, investigación del adolescente y un auditorio para poder ofrecer pláticas preventivas a los menores. Es decir, conglomerar todo, porque lo que nosotros hemos observado, y esto lo obtuvimos cuando estuvimos trabajando en el Ceama, es que es lógico que si el trabajo está bien coordinado, los beneficiarios, en este caso los adolescentes, es más fácil que puedan salir adelante, porque, ¿cuántas veces un adolescente no estudia por falta de una firma? ¿O cuántas veces se separa de la familia por maltrato? Entonces queremos que este modelo restaurativo sea un espacio en el cual los adolescentes puedan encontrar un oasis en donde puedan desarrollar sus capacidades.

De hecho, lo que yo voy a abordar es lo que está detrás de la justicia restaurativa. Es decir, la conducta que guía, que propicia, que facilita o que perjudica a la justicia restaurativa.

Yo me dedico al estudio del cerebro y vamos a hablar acerca de algunos cambios en el cerebro y de cómo se relacionan con la conducta de los adolescentes, y vamos a enfatizar que cada uno de los programas tiene que ser sumamente específico, porque un niño no tiene las mismas necesidades y los mismos anhelos que un adolescente, y un adolescente no tiene las mismas necesidades que un adulto. Entonces cada grupo de edad tiene su propia necesidad y, lo que yo voy a demostrar, es que el cerebro tiene una parte importante en estas necesidades. Pero sobre todo lo que vamos a exponer es, como te digo, un nuevo modelo de tratamiento.

Regresan al mismo medio ambiente

–¿Entonces, ahorita no se está haciendo eso?

–No, ahorita no se está haciendo y creemos que esa es una necesidad importante. Ahorita el Ceama, el tutelar de menores infractores, lleva a cabo programas personalizados, y hay que decir que son muy eficientes. Sin embargo, ¿qué pasa cuando un adolescente sale del tutelar de menores? ¿A dónde se va? Regresa al medio ambiente en donde estaba cuando cometió el delito, pero también hay un crimen que no ha sido resarcido. Entonces, esa es la justicia restaurativa. La justicia restaurativa pone a la víctima y al victimario a dialogar, a una especie de resolución de conflicto tal vez a nivel emocional, que eso no se da más que en algunos casos, pero de manera informal y de manera no sistematizada.

Lo que nosotros queremos es tener un espacio para la justicia restaurativa y todo aquello que facilita. Y queremos inclusive meter programas de prevención como formación de carácter, queremos meter pláticas para los familiares. Todo aquello que involucra la justicia restaurativa que hoy en día no se está haciendo.

–¿Tal vez se necesite más inversión, por ejemplo, para construir ese complejo?

–Yo creo que se necesita inversión, pero también este modelo es algo nuevo. La justicia restaurativa envuelve tanto a la víctima como al victimario, y allá podemos ayudarles a través de los especialistas. Pero lo importante aquí es la conglomeración. O sea, necesitamos agruparlos porque estamos muy poco coordinados entre nosotros, de tal manera que en el nuevo modelo, en la misma reunión para ver caso por caso, esté alguien del Registro Civil, esté un abogado, esté un psicólogo y nos podamos poner de acuerdo lo más rápido posible para poder abordar más rápido cada caso. El juez va a estar en el Ceama y aquí, pero queremos tener un representante de cada una de las áreas importantes que intervienen en el desarrollo.

Se trabaja en Islandia

No queremos sustituir lo que hace el Ceama, nosotros queremos ir en el paso siguiente, en el paso que va después, que se necesita para resarcir el daño entre víctima y victimario. También tomamos la idea del Band House que se trabaja en Islandia, en la cual el adolescente víctima está en un lugar y todos los especialistas están inclusive escuchando el testimonio del adolescente, porque se ha observado que si un adolescente lo dice y lo vuelve a decir y lo vuelve a decir, se revictimiza. Entonces lo que queremos es que no pase eso, que sea una entrevista, que la escuchen todos a la vez, para que en cuestión de dos días se empiecen a dar cambios y podamos sistematizar el resarcir el daño, que eso es lo que de alguna manera trae un poquito de sanidad a la población, porque cuando a alguien le roban, se siente agraviado, se siente ultrajado a veces, entonces el hecho de que venga el victimario y le diga: “Le pido disculpas”, cambia las cosas.

Importancia de la reeducación

–Doctor, pero luego pasa que salen y vuelven a delinquir.

–Claro, ¿pero por qué? Porque no hay una reeducación. La reeducación social es la clave para que no vuelvan a reingresar, pero el proyecto que tenemos implica la reeducación, que está integrada en este complejo que proyectamos en nuestro modelo.

–Sería bueno hacerlo también con los presos mayores de edad, con los adultos, porque los meten al penal con las penas mínimas que les dan los jueces y vuelven a salir enseguida, lo que significa que de nada sirvió el esfuerzo realizado por la policía para detenerlos. Además, aunque tengan penas largas no hay una reeducación, es nada más la penalización. El otro día leí el caso de un tipo que ya lleva 100 reingresos al penal.

–Lo que usted acaba de decir es la clave para todo esto: cuando se da una penalización no hay una reeducación, y el caso aquí es salirnos de la penalización, del castigo, salirnos del ámbito penal para meternos al plano educativo, que sea algo conjunto, o sea, Ceama, y luego el penal. Si el modelo es eficiente, se tendrá que establecer algo similar, parecido, para los adultos presos.

–Hábleme de usted, doctor.

–Acabo de llegar a Mérida. Soy médico, pero tengo dos posgrados en neurociencia en investigación del cerebro y acabo de terminar un postdoctorado en el Instituto de Neurobiología de la UNAM. A lo que yo me dedico es a estudiar el cerebro de la persona y cómo se relaciona con la conducta.

La entrevista tuvo lugar en el marco de la Reunión Regional Preparatoria para el Congreso Mundial sobre la Justicia para Niños, Niñas y Adolescentes, que concluye hoy.

(Roberto López Méndez)

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