Ayer se interpuso una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en contra de Sisely Burgos Cano y de Ana Luisa Cecilia Navarro Blanco, encargada y jefa del Departamento de Servicios de la Profeco en Yucatán, por privar de su libertad a un empleado y bajo amenazas hacerlo firmar su renuncia.
Edier Enrique Canto Domínguez, quien se desempeñaba como Abogado de Conciliación en la delegación estatal de la Profeco, se presentó ayer en las oficinas de la CNDH en Mérida, donde interpuso una queja por violaciones a derechos humanos, toda vez que Burgos Cano y Navarro Blanco lo privaron de su libertad para, bajo amenazas y malos tratos, hacerlo firmar su renuncia.
La queja ante la CNDH se presentó alrededor de las 10.30 de la mañana y se espera que ante este órgano se presenten otras, pues, como se sabe, son más los empleados que fueron privados de su libertad para obligarlos a firmar su renuncia “voluntaria”.
En días pasados se presentaron 3 denuncias penales ante la Fiscalía General del Estado en contra de Sisely Burgos y quienes resulten responsables.
Canto Domínguez presentó ayer su queja y rindió declaración en el lugar sobre los hechos que se registraron el pasado 29 de abril, alrededor de las 3.30 de la tarde, cuando fue llamado por Ana Luisa Cecilia Navarro a la oficina de la delegada Sisely Burgos Cano, para que firmara su renuncia “voluntaria”, a lo cual se negó en un principio.
Insultos y amenazas
Aseguró que ahí lo retuvieron con insultos y amenazas, y como no tenía su teléfono celular a mano no pudo solicitar ayuda. Dijo que Cecilia Navarro lo amenazó con que si no firmaba le iría peor, además que le quedó claro que lo hacía firmar como venganza pues en el 2016 fue inhabilitada del cargo por malas prácticas y Canto Domínguez fue uno de los que la señaló por no ser apta para el puesto que desempeñaba.
Dijo que por las presiones y porque lo mantuvieron privado de su libertad por casi 3 horas accedió a firmar la renuncia, luego de lo cual llegó Sisely Burgos Cano y le dijo que era mejor así, que hubiera firmado, para evitarse problemas mayores.
“Me dijo que era lo mejor que pude haber hecho pues de lo contrario me hubiera ido muy mal y hubiera sido peor para mí”, acotó.
Edier Enrique dijo que, para su sorpresa, Burgos Cano se burló de él y le dejó ver que lo que le estaban haciendo era también por una venganza por un hecho del 2016.
Resulta que Sisely Burgos Cano en el 2016 llegó como consumidora a la Profeco a presentar una queja contra compañías de telefonía celular y tenía una cita a la que llegó fuera del horario que se le había asignado y debía atenderla precisamente Edier Enrique.
Pero como llegó tarde y se le pasó turno, en aquel entonces Sisely Burgos armó tremendo alboroto en contra de él. Ahora, le señaló claramente, luego de obligarlo a firmar su renuncia, que se acordara de aquel momento cuando no la quiso atender, cuando la realidad es que ella llegó tarde y al final su caso se cerró sin mayores problemas.
“En aquel entonces no se le pudo atender porque llegó tarde, pero no le pareció y armó un escándalo por supuesto maltrato de mi parte que nunca existió y ahora me recordó que hacerme renunciar es en venganza por aquella situación”, destacó.
Grosera y prepotente
Reiteró que Sisely Burgos Cano es prepotente, grosera y que no tiene la capacidad ni los mínimos conocimientos para ejercer el cargo de delegada o encargada de la Profeco en Yucatán.
Edier Enrique es el único de los que fueron privados de su libertad que firmó su renuncia debido a las presiones de la delegada y sus secuaces.
(David Rico)