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Yucatán

Vibrante celebración a la Patria

Tres vivas a México que enchinaron la piel se escucharon anoche a voz en cuello, en punto de las 23:00 horas, cuando el Gobernador Mauricio Vila Dosal encabezó su primera ceremonia del Grito de Independencia para celebrar los 209 años de la gesta que nos dio Patria.

La Plaza Grande lució repleta por los cuatro costados de yucatecos de todos los puntos de la Rosa de los Vientos y, desde el Balcón Central del Palacio de Gobierno, Vila Dosal, vestido de inmaculada guayabera yucateca, encabezó los vítores.

–¡Mexicanos! ¡Viva la Independencia Nacional!

–¡Viva!

–¡Vivan los Héroes que nos dieron Patria!

–¡Viva!

Y luego los vítores a Miguel Hidalgo, a Vicente Guerrero, a Josefa Ortiz de Domínguez, y enseguida a Yucatán y a la Soberanía Nacional, los cuales pusieron la “piel chinita” para rematar con un ¡Viva, México!, que retumbó en los gruesos muros de la S.I. Catedral y hasta en el pórtico de la Casa de Montejo, mudos testigos de la emoción patria.

A las 23:55 horas salió la Escolta de Bandera del Salón Carranza, recién remodelado, y marchó por el pasillo Poniente hasta el Salón de la Historia, donde le entregó la enseña al Comandante Luis Felipe Saidén Ojeda, Secretario de Seguridad Pública, quien a su vez la dio al mandatario para salir al balcón.

La Secretaria General de Gobierno, María Dolores Fritz Sierra, leyó el Acta de Independencia promulgada por el Congreso de Chilpancingo el 6 de noviembre de 1813, con la participación del prócer yucateco Andrés Quintana Roo, entre otros.

La asistencia fue estimada en decenas de miles de yucatecos, pues se llenó la Plaza Grande desde la calle 61 hasta la 62 y todo el tramo de la calle 60.

Vila Dosal se presentó con el Lábaro Patrio en las manos y recordó la convocatoria a la lucha armada por la independencia de nuestro país que realizó el cura Miguel Hidalgo y Costilla la madrugada del 16 de septiembre de 1810.

Tras los vivas, el mandatario ondeó la Bandera y jaló la soga para hacer tañer la réplica de la campana de Dolores que se encuentra en el dintel más alto del edificio y que hace unos años recibió mantenimiento.

Fiesta del Pueblo

Y la gente, con el corazón a punto de salírsele del pecho, escuchó el clarín anunciar el Himno Nacional Mexicano. Hubo matracas, gritos, sentimientos de alegría mientras se entonaba el “Mexicanos al grito de guerra, el acero aprestad y el bridón...”

Tras devolver el Lábaro Patrio y concluir el acto protocolario, el Gobernador presenció, junto con autoridades civiles y militares, así como los miles de asistentes, el espectáculo de pirotecnia que, con luces multicolores, iluminó el cielo de la capital yucateca y los rostros de quienes se dieron cita para atestiguar este acto y disfrutar de esta fiesta popular mexicana.

De acuerdo con el reporte oficial, asistieron unas 42 mil 500 personas, cifra que se obtuvo porque la policía colocó gente con contadores y para entrar al primer cuadro había que pasar filtros de seguridad.

Fue una fiesta de luces por todo el cielo, algo nublado, pues toda la tarde y noche se mantuvo la amenaza de que Chaac iba a presentarse. Finalmente, el dios maya de la lluvia fue benévolo, se dejó sentir en el crepúsculo por algunas zonas de la capital yucateca, pero en la noche permitió a las estrellas asomarse por ratitos.

Y los arrolló la Arrolladora

La pirotecnia ocupó tal vez diez minutos, pero las luces no se reencendieron todas, porque el broche de oro de la jornada patria fue el concierto de La Arrolladora Banda El Limón de René Camacho, agrupación musical que con sus más grandes éxitos puso a bailar y cantar a los yucatecos que gustan de ese tipo de música. Aunque hubo los que hubieran preferido un grupo de cumbias o de salsa, al final dos o tres que no son fans de esos ritmos norteños acabaron contagiados.

De hecho, el grupo dio una entrevista al Canal Trece, que transmitía en vivo en los pasillos del primer piso, lo que “alocó” a varias mujeres, porque incluso quienes no eran seguidores dijeron que “estaban muy guapos” los muchachos de La Arrolladora.

Y ya en el escenario iluminado de azul, con varios niveles, tocaron temas como “Niña de mi corazón”, “Tú eres la razón” y “El ruido de tus zapatos”. Las melodías fueron coreadas por los miles de yucatecos y yucatecas que se plantaron desde temprano frente al espacio que se habilitó en el cruce de la calle 61 con 60.

La Arrolladora tocó por más de una hora, sin detenerse, sus más sonados éxitos. Llamó la atención que, a diferencia de otros artistas que tocan en conciertos gratuitos, se entregaran con un nutrido repertorio, porque otros sólo hubieran entonado cinco canciones y ya. Estos muchachos se ganaron al público yucateco, porque subieron al escenario a hacer lo suyo sin remilgos, canción tras canción.

Música “llegadora”

Hombres y mujeres, que eran parejas sentimentales, cantaron emocionados porque este tipo de música dicen que es “llegadora”, ya que las letras hablan a la mujer, al amor, a las traiciones de la pareja, a la esperanza de ser queridos.

Pero además de la música de banda, los yucatecos y visitantes que acudieron a la plaza disfrutaron las presentaciones de un discjockey y del mariachi de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes desde las 21 horas comenzaron a animar la velada y levantar el entusiasmo de la gente.

Para garantizar que las actividades se lleven a cabo en total orden y armonía, se implementó un operativo de vigilancia a cargo de elementos pertenecientes a las Secretarías de Seguridad Pública (SSP) y de la Marina Armada de México (Semar), así como al Ejército de Mexicano, la Procuraduría General de la República (PGR), la Fiscalía General del Estado (FGE) y las Policías Federal (PF) y Municipal de Mérida.

Filtros de seguridad

Antes, durante y después de la celebración, se contó con filtros de seguridad en la zona circundante de la sede, torres de vigilancia, unidades de emergencia y de monitoreo C-4, vallas metálicas y equipos caninos para el resguardo de la integridad de la ciudadanía.

Luego del Grito, mientras tocaba La Arrolladora, una señora fue atendida por descompensación en los pasillos de la sede del Ejecutivo y la Policía impidió el acceso a unos jóvenes que se encontraban ebrios en la calle 62.

Y por primera vez en los 26 años que el cronista ha cubierto la ceremonia, en Palacio de Gobierno sólo se sirvieron aguas frescas, horchata, limonada, jamaica, agua natural, refrescos de cola y gaseosas de sabores. No hubo nada de alcohol, ni siquiera un tequilita.

Eso sí, llenaron las mesas de la parte de debajo de antojitos mexicanos: empanaditas, flautas, sopes y huarachitos, algunos de mole, de tinga, de pollo, deliciosos. Hubo hasta churros de postre.

El Gobernador estuvo acompañado a la hora de la pirotecnia en el balcón por su madre, su esposa María Eugenia Ortiz Abraham, su hermano, así como por la magistrada Mygdalia Rodríguez Arcovedo, en representación del Poder Judicial, así como del General de División DEM Víctor Hugo Aguirre Serna y del Vicealmirante Carlos Lanz Gutiérrez, Comandantes de la X Región Militar y la IX Zona Naval, respectivamente; el alcalde Renán Barrera Concha, la abogada Fritz Sierra y el Coronel José Antonio Sierra Amador, de la Fuerza Aérea Mexicana.

(Rafael Gómez Chi)

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