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Yucatán

Unas 4,500 casas del Centro están ocupadas por extranjeros

Luis Millet Cámara, arqueólogo investigador del Centro INAH Yucatán, dijo ayer que en estos últimos 20 años ha habido un cambio notable en el Centro Histórico de Mérida, especialmente con la presencia de numerosos extranjeros y de mexicanos de otras partes del país que han llegado a vivir a Yucatán.

Y agregó:

–Las cifras oficiales dicen que hay aproximadamente 10 mil extranjeros que viven en Yucatán, de los cuales pienso que la mayoría, probablemente un 90%, estén aquí en Mérida, especialmente en el Centro Histórico.

Si nosotros calculamos que, en general, son parejas de gente mayor, aunque también hay gente joven, eso significa que debe haber 4,500 viviendas del Centro ocupadas por extranjeros permanentemente.

Mejor presentación

Eso se refleja en una mejor presentación, porque cuando nosotros andamos por el Centro vemos casas arregladas. En un principio era principalmente en la zona de Santiago. Pero esto se ha extendido y se ha desparramado por muchas otras partes de la ciudad. Si nosotros consideramos que son 4,500 viviendas más, pensamos a veces que sólo son extranjeros, pero también hay muchísima gente del interior del país que ha comprado casas o que tiene casas en el Centro Histórico.

En general no se trata de grandes viviendas, sino de casas pequeñas porque son personas que no tienen una gran familia. Por eso la mayoría busca casas relativamente pequeñas. Estamos hablando de que actualmente, si nosotros nos movemos hacia el rumbo de La Ermita o hacia el rumbo de San Sebastián, hacia el rumbo del Chembech y hacia el rumbo de Santa Ana, y ahora lo estamos viendo también en la García Ginerés; entonces realmente eso le ha dado muchísimo movimiento al Centro Histórico. Y ha evitado que continúe la destrucción de los predios que se venía observando y además, de algún modo, es un tipo de turismo de otra clase que viene y se queda.

Los ve uno comprando en el supermercado, los ve uno en los eventos culturales que se realizan en el Centro Histórico, el domingo en el Teatro Peón Contreras o en el Armando Manzanero. Y, además, yo creo que ha sido una oportunidad también para que muchos arquitectos yucatecos, de algún modo, puedan realizar sus obras. Yo veo que dentro de las casas que se han arreglado, en el Centro Histórico, hay realmente casas no sólo de las de gran tamaño. Muchas son casas pequeñas que resultan un ejemplo muy interesante. Eso ha hecho que el Centro Histórico de Mérida cobre una nueva vida. Y es un tipo de turismo que genera recursos que indudablemente se permean y llegan a una gran cantidad de gente.

Y de algún modo dice uno: si hay 10 mil personas que reciben un ingreso vía sus pensiones o vía sus ahorros, y que eso les permite vivir aquí, pues ese es un flujo de recursos que llegan al Estado y que es una cantidad indudablemente importante.

El ruidazo

–Don Luis, el único problema que tienen ellos es el ruido que hay en el Centro Histórico, y que es generado por discotecas y bares.

–Es que indudablemente en el Centro hay ruido, pero yo creo que llega una determinada hora en que disminuye muchísimo el ruido. Por otro lado, he visto que muchas de las casas tienen como un doble cristal para evitar el ruido. Y de estos grupos de extranjeros que han llegado a Yucatán otra parte no tiene que ver con el Centro Histórico, y los vemos en los pueblos de la costa: Chelem, Progreso, Chicxulub. Por temporadas vienen los canadienses y americanos a pasar dos, tres, cuatro meses, lo que también, de algún modo, reactiva la economía.

–He visto que ahora hay muchas discotecas y bares en el Centro Histórico.

–Sí, y además que de algún modo el Centro Histórico ha cobrado vida. Antes pasaba uno por las calles y estaban desiertas; en cambio hoy existen discotecas, bares, restaurantes de todo tipo de comida, pizzerías, que de algún modo eso ha venido a enriquecer también la vida cultural de Yucatán.

Hay que tratar de ver lo positivo de estos cambios. Las cifras oficiales que se manejan son de 10 mil personas que viven de manera permanente, más las que llegan por temporada. Yo supongo que en la costa debe haber varios miles de canadienses y norteamericanos.

Estimula vida cultural

Yo normalmente los domingos asisto al Peón Contreras, y veo que más de la mitad de los asistentes son extranjeros. Entonces de algún modo eso sirve para estimular la vida cultural y le da mucho más ambiente al centro. Cuando sale uno ve la cantidad de gente que está caminando por allá, incluso familias con niños, entonces piensa uno que este Centro Histórico que casi se muere, realmente ha cobrado una nueva vida. Además, la cantidad de pequeños hoteles, de albergues que hay ahora en el Centro, nos dice que hay realmente una vida. Y los monumentos, para que tengan vida, para que puedan sobrevivir, necesitan estar en uso. Lo que se deja, cuesta mucho más después en reparaciones. Si nosotros nos ponemos a pensar cuánto costaría restaurar y mantener 4 mil 500 casas, sería una cifra muy grande.

–¿Qué cantidad de las casas del Centro estarán ocupadas por extranjeros?

–Si suponemos lo que era el Centro Histórico en la Mérida de hace 50 años, cuando la ciudad tenía 200 mil habitantes, pues estamos hablando de que en Mérida, en esa época, había 40 mil casas, más o menos. Entonces supongamos que en el Centro Histórico hubiera 20 mil casas. Realmente uno va por el rumbo de San Sebastián y hay gente. Uno va por el rumbo de La Ermita y hay gente. En todos lados. Entonces 4,500, vienen siendo casi la cuarta parte del total. Por eso yo lo veo de una manera positiva. Lo he conversado con gente de Jalisco, y me dicen que ellos tienen una población con extranjeros, pero no son tantos. Tal vez con lo que más nos podamos comparar es con San Miguel de Allende, Guanajuato, pero ahí las casas son muy grandes, y aquí la mayoría son casitas, como accesorias, de una puerta y una ventana.

(Roberto López Méndez)

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