Planteles educativos, algunas empresas y todas las dependencias de gobierno se sumaron ayer al Paro Nacional de Mujeres, por lo que en Mérida se respiró cierto aire de tranquilidad, hubo menos tráfico, calles semivacías y algunos comercios cerrados.
Al no haber clases en los kínders, primarias y secundarias, tanto públicas como particulares, muchas madres de familia no tuvieron que llevar a sus hijos e hijas al colegio, por lo que la circulación fue más ágil.
Desde temprano en la ciudad se respiraba cierta calma, como si se tratara de un domingo o cualquier otro día festivo, pues el movimiento de coches y gente fue menor.
Entre las dependencias que no laboraron estuvo el Congreso del Estado, donde laboran 107 mujeres.
Aunque muchos trabajadores varones acudieron a las instalaciones, no se programaron sesiones de comisión o algún otro tipo de actividad pública.
Legislatura de la Paridad
Prácticamente ninguna de las 12 diputadas de la actual Legislatura acudió, pues todas se sumaron al paro nacional; hay que tomar en cuenta que la LXII Legislatura ha sido catalogada como la Legislatura de la Paridad.
Aunque poco a poco la actividad se fue normalizando, sobre todo en el primer cuadro de Mérida, fue notorio el impacto que generó este paro nacional para exigir un freno a la violencia contra las mujeres.
Hubo algunas empresas que se sumaron al paro, como Casa Fernández, donde buena parte de su personal está conformado por mujeres. Todas sus sucursales ubicadas en la calle 60 se mantuvieron cerradas.
En algunos otros establecimientos fue parcial, como en el caso de la cadena Walmart, en la que una parte del personal femenino no laboró. Por ejemplo, hubo cajeras que sí laboraron, pero no así el personal que trabaja en la cocina, por lo que no hubo venta de tortillas ni de comida preparada.
(David Rico)