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Yucatán

Napoleón no era inocente

Eliseo Martín Burgos

Napoleón Bonaparte recuerda que en noviembre de 1810 se dedica a la vida regalada: cacerías, misas, teatros, recepciones, banquetes… así pasaban sus días.

-Mi corte me detesta cada vez más; después del bautismo del príncipe Carlos Luis Napoleón, el prelado pronunció un discurso lleno de servilismo; dijo: “Dios hizo a Napoleón y descansó”. Un confidente me dijo después que alguien murmuró: “Dios hubiera hecho mejor en descansar antes”. Entonces comprendí que el fin estaba próximo.

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