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Yucatán

Casi mil toneladas de basura se generan a diario en Mérida

Los meridanos generan a diario casi mil toneladas de basura cuyo destino final es el Relleno Sanitario de la ciudad, donde a la fecha se han acumulado casi seis millones de toneladas de basura desde 1997 cuando inició operaciones.

Se espera que el año próximo los operadores de este lugar comiencen a generar energía eléctrica mediante el aprovechamiento del gas metano que se origina al descomponerse los residuos.

El primer sitio de disposición que operó de 1997 al 2012 acumuló tres millones 260 mil toneladas de residuos, en tanto que el actual, con ocho años de funcionamiento, ha recibido a la fecha 2 millones 500 mil toneladas.

El Relleno Sanitario, ubicado al Poniente de la ciudad, es operado por la empresa francesa Veolia Residuos Norte, S.A. de C.V. (antes SETASA) y, en estos momentos, elabora un proyecto para aprovechar el gas metano que se genera para producir energía eléctrica, tal como ya lo hace en una planta que administra en Querétaro, según informó su gerente general, Fernando Viramontes Suárez.

Resaltó que el proyecto tiene importantes avances y, de hecho, se ha iniciado la construcción de 25 pozos adicionales a los 38 actuales para captar mayor volumen de biogás, que se genera a partir de la descomposición anaeróbica de la basura.

Residuos tóxicos

Actualmente la empresa capta aproximadamente el 30 por ciento del biogás que se genera en el relleno para eliminarlo a través de un quemador a fin de evitar acumulamiento y riesgos de incendio en el propio sitio. El proyecto busca convertir en energía eléctrica el gas en vez de incinerarlo como se hace ahora.

Viramontes Suárez estimó que es probable que en el transcurso de este año se pueda firmar el convenio con el Ayuntamiento de Mérida para que a principios del 2021 empiece a funcionar el motogenerador y demás equipos para iniciar la producción de energía eléctrica a partir del gas metano.

A su vez, el jefe del Departamento de Residuos Sólidos del Ayuntamiento de Mérida, Orlando Manzano Millán, detalló que al sitio sólo llegan residuos sólidos urbanos, ya que las aguas de nixtamal, productos de fosas sépticas y baños públicos se depositan en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, operada por el Ayuntamiento y ubicada a más de dos kilómetros del Relleno Sanitario.

Asimismo, explicó que los productos biológicos infecciosos generados por hospitales, industrias y similares no llegan al relleno y son procesados por empresas privadas como Ecolsur, Yasur, Biosystem y otros, actividad y procesos que quedan directamente bajo la responsabilidad de autoridades federales, como la Semarnat.

Ya no hay pepena

Precisó que el sistema de tratamiento de los residuos sólidos está catalogado entre los mejores y más avanzados del país debido a los procesos y tecnología utilizados de acuerdo con las Normas Oficiales Mexicanas e internacionales.

También observó que el Reglamento de Limpia y Manejo de Residuos prohíbe la pepena durante todo el proceso de recolecta y disposición de la basura.

Añadió que por muchos años los propios trabajadores de algunas recolectoras realizaban la pepena al momento de pasar a buscar a las casas o comercios los residuos, pero que con la nueva disposición y la obligación de que las empresas concesionarias tengan vehículos compactadores se acabó esa práctica.

En el espacio donde funciona el Relleno Sanitario operó del 2004 al 2007 una planta recicladora bajo la responsabilidad de Servicios Urbanos de Puebla (Supsa), empresa que tenía también una concesión para la recoja de basura, que se le retiró por deficiencias en el servicio.

A raíz de ello, el Ayuntamiento concesionó la recicladora a Tratamientos de Reciclados del Sureste, la cual dejó de operar la planta desde hace un año por cuestiones técnicas. Ahora está en proceso de mantenimiento para ponerla de nuevo en marcha, según comentó Manzano Millán.

Separación de basura

Esta planta logró reciclar aproximadamente entre 5 y 7% del volumen de residuos que llegaban al relleno, pero posteriormente bajó al 4%, lo que, al parecer, hizo que la actividad ya no resultara redituable.

Hay que hacer notar que al sitio de disposición ya no llega nada de metal, sea aluminio, cobre u otros, mientras que el material PET es escaso en la basura que se entrega en el relleno.

Todo parece indicar que la pepena o separación de la basura reciclable se realiza desde los propios predios, ya sea por el mismo usuario o por personas que pasan a las puertas a revisar los botes y bolsas de basura para tomarlas y luego venderlas de manera individual o colectiva.

El Ayuntamiento de Mérida, en acuerdo con la iniciativa privada, dispuso de un programa denominado Puntos Verdes, que son sitios donde la gente puede depositar su basura separada en orgánicos e inorgánicos y están ubicados en la Colonia Alemán, fraccionamiento las Américas y en la Ciudad Sustentable San Marcos Nocoh.

Vale la pena recordar que cuando Ana Rosa Payán Cervera fue alcaldesa de Mérida, en las dos ocasiones, impulsó la separación de la basura domiciliaria, estrategia que la actual administración municipal pretende retomar como parte de un proyecto integral para mejorar el servicio de recoja en la ciudad y el cuidado del medio ambiente.

Concesionarias y rutas

El Relleno Sanitario funciona las 24 horas y, a diario, recibe entre 90 y 100 vehículos de las cuatro concesionarias recolectoras con un promedio de mil toneladas de basura (30 mil toneladas al mes), volumen que aumenta a mil 400 o mil 500 a fines de diciembre y a principios de año por la elevada compra y consumo de diversos productos con motivo de los festejos de Navidad y Año Nuevo.

En contrapartida, en los meses de julio y agosto se registra una baja captación en promedio de 24 a 25 mil toneladas al mes, en vez de las 30 mil, debido al período de vacaciones en que la gente se ausenta de sus casas.

Actualmente el Ayuntamiento tiene concesionado el servicio de recolecta a las siguientes empresas: Sana. Atiende 202 mil 404 predios con 34 unidades en 41 rutas domiciliarias y 5 comerciales.

Pamplona. Tiene a su cargo 83 mil 640 predios que cubre con 14 vehículos en 45 rutas domiciliarias y 4 comerciales.

Servilimpia (paramunicipal). 124 mil 939 predios, 40 vehículos y 40 rutas domiciliarias y 3 comerciales.

Corbase. 55 mil 580 predios, 5 vehículos y 16 rutas domiciliarias y 2 comerciales.

En 2019 los reportes anuales por el servicio que tuvieron estas empresas fueron: Pamplona, 876; Servilimpia 430; Sana 714 y Corbase, 167.

24 hectáreas de terreno

El gerente del Relleno Sanitario, Viramontes Suárez, señaló que el sitio de disposición es considerado el mejor del país y uno de los 10 mejores de Latinoamérica por el manejo adecuado de los residuos sólidos de acuerdo a la NOM083-SEMARNAT2003. También cuenta con la certificación ISO14000 en calidad ambiental y recientemente recibió la certificación en Calidad ambiental por la Profepa.

El primer Relleno Sanitario de la ciudad del Mérida se construyó en un área de 28 hectáreas de terreno y se puso en marcha en febrero de 1997, se concesionó a 15 años, su vida útil concluyó en diciembre del 2012; sin embargo, se concesionó nuevamente para un segundo período de 15 años en el mes de febrero del mismo año.

Este primer Relleno Sanitario se dividió en 8 celdas, las cuales se fueron construyendo de acuerdo con las necesidades del propio Relleno Sanitario durante el tiempo de vida útil del mismo; se dispusieron finalmente en este primer Relleno Sanitario 3 millones 260 mil toneladas de residuos, en una altura máxima de 30.48 metros. (El Relleno Sanitario se construye en forma piramidal).

El segundo Relleno Sanitario se construye en área de 24 hectáreas, está autorizado para un período de 15 años que inició en febrero de 2012 y debe concluir en febrero del 2027.

Evitar la contaminación

Este segundo Relleno Sanitario se dividió en 6 macro celdas para alcanzar a disponer finalmente, de acuerdo con las dimensiones de la celda, 5 millones de toneladas de residuos a lo largo de su vida útil, con una altura máxima de 40 metros.

Actualmente se descargan los residuos en la macrocelda número 5 y tiene dispuesto poco más de 2.5 millones de toneladas de residuos. Sólo durante el presente año han ingresado poco más de 185 mil toneladas de residuos.

Durante el 2018 se registró un ingreso de aproximadamente 350 mil toneladas.

El Relleno Sanitario fue construido en etapas, se dividió en 14 celdas (8 en el primer relleno y 6 en el segundo) de recepción de residuos.

Cada celda del relleno sanitario que se construye antes de iniciar con el vertido de los residuos sólidos, tiene, en toda su área una doble capa de geomembrana (polietileno de alta densidad) de 1 mm y 1.5 mm de grosor soldado por medio de termofusión, lo que impide cualquier escurrimiento de lixiviados al manto freático.

Se explicó que la geomembrana se asienta sobre limo arenoso compactado y por encima de ella tiene geo textil y grava de río, lo que impide que los residuos toquen directamente dicha geomembrana.

El control de los lixiviados consiste en la captación de los mismos desde los cárcamos que tiene cada celda del relleno sanitario; estos lixiviados captados en cada cárcamo son bombeados hacia las 9 lagunas de lixiviados con que cuenta el Relleno Sanitario para su evaporación y recirculación en las celdas antes señaladas.

Los gases

Los gases generados por los residuos sólidos se controlan a través de pozos de absorción de biogás. Cabe mencionar que actualmente se están conectando 38 pozos de biogás al sistema de captación y quema de biogás instalado en el Relleno Sanitario desde el 2010, el cual opera bajo los Lineamientos del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Tratado de Kioto, reduciendo con esto la contaminación atmosférica.

Durante el recorrido por el lugar se observó asimismo la ausencia de zopilotes, lo que fue posible gracias a una estrategia dispuesta para que los residuos cárnicos que llegaban al relleno se tiraran por la noche y se recubrieran de tal manera que al amanecer no hubiera alimento para las carroñeras.

Esta medida se tomó luego de intentos fallidos de alejar a los zopilotes por medio de cañones de aire comprimidos que cada determinado tiempo se activaban para que el ruido los ahuyentara, así como la colocación de cintas y trapos en color rojo.

A final de cuentas y ante la ineficacia de esos dos métodos, a alguien se le ocurrió que la basura de cárnicos se depositara en las noches cuando los zopilotes no están e inmediatamente proceder a cubrirlos con una capa de sascab o la propia basura compactada, para que al amanecer cuando regresaran ya no tuvieran con qué alimentarse, comentó a su vez la bióloga Karla Irigoyen Aguilar, quien estuvo presente en el recorrido.

Con información de Rafael Mis Cobá

Por Redacción Por Esto!

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