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¿Qué ocurrió en la enigmática casa del barrio de Santiago en Mérida?

Un hecho que impactó a gran parte de la comunidad yucateca es el homicidio de una madre y un hija en el barrio de Santiago en Mérida
Elda Zurita era una agiotista y Cynthia Sue era una bailarina de danza clásica
Elda Zurita era una agiotista y Cynthia Sue era una bailarina de danza clásica / Google Maps

El 22 de agosto de 1999 ocurrió un doble homicidio en la ciudad de Mérida que conmocionó a toda la sociedad yucateca y hasta la fecha sigue impactado a quien conoce la historia por la saña y circunstancias en que se realizó.

Elda Zurita Azcorra, quien entonces tenía 70 años, fue torturada y asesinada por cinco personas que entraron a su domicilio en la calle 68 por 57 en el barrio de Santiago. Zurita Azcorra se dedicaba a la usura y los asaltantes sabían que en su casa guardaba fuertes cantidades de dinero, pues dos de los delincuentes eran “clientes” de ella y eso les facilitó la entrada a la casa.

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Torturada y sometida para que confiese dónde guardaba el dinero, doña Elda se resistió por lo cual fue estrangulada. Mientras los delincuentes registraban la casa llegó Cynthia Sue Ricalde Zurita, hija de Elda, junto con su novio Alejandro Carlo Varela Baeza, quienes sorprendieron a los delincuentes. Cynthia Sue sufrió mientras le destrozaban el cráneo a martillazos mientras que Alejandro Baeza recibió 15 heridas punzocortantes en diversas partes del cuerpo.

Varela Baeza sobrevivió al salvaje ataque y fue quien dio la pista para atrapar a los malhechores, a quienes también a uno de ellos se le cayó un celular durante los forcejeos, mismo que sirvió para las pesquisas posteriores.

Tras los asesinatos, la casa fue acordonada y estuvo con vigilancia policiaca por un buen tiempo. Cientos de personas pasaban ahí todos los días y observaban con curiosidad y pena el inmueble con todas las cintas amarillas de “prohibido el paso” que claramente se veían desde la calle.

A pocas semanas del asesinato múltiple, vecinos empezaron a decir que se escuchaban gritos y lamentos en el interior de la casa, a pesar de que permanecía cerrada y con vigilancia.

En más de 10 ocasiones la policía recibió reportes de los vecinos, quienes pensaban que a lo mejor algún curioso o ladrón se había entrado a la casa, pero cuando llegaban las autoridades encontraban todo normal; las cintas permanecían invioladas, por lo que se descartaba cualquier posible intruso.

A más de 20 años del doble homicidio las personas que transitan por la calle 68 sienten escalofríos al mirar la enigmática casa, los vecinos aseguran que en la actualidad se siguen escuchado ruidos y lamentos provenientes de quien fue por muchos años el hogar de Elda Zurita y Cynthia Sue.

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GH

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