
Yucatán se encuentra lleno de historias y leyendas, muchas de ellas sobrenaturales, debido a las prácticas que se realizan en diversas localidades, principalmente por brujos y brujas que aún habitarían en la región.
Sin embargo, trasciende que hay una localidad en específico donde presuntamente aún se practican diversos actos de brujería, principalmente en las noches, aunque no se cuenta con información oficial.
De acuerdo con la cuenta de TikTok @leyendasdeyucatan, se trata de Hacienda Kochol, ubicada en el municipio de Maxcanú
La cuenta asegura que en este pueblo yucateco, cuando la noche cae, ninguno de sus pobladores se atreve a salir.
"Las puertas se cierran, los perros callan, y comienzan los maullidos de gatos enormes, los topes de chivos que hacen temblar las paredes, y el aleteo de buitres gigantes sobre los techos", menciona.

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Asegura que en Kochol viven por lo menos 19 brujos y brujas, siendo gente normal de día, pero de noche leen conjuros y se transforman en animales, donde surgen los "Uays", personas que se convierten en especies y forman parte de las leyendas populares de Yucatán.
¿Dónde queda Kochol, Yucatán?
La Hacienda Kochol pertenece al municipio de Maxcanú, ubicada a 14 kilómetros de la cabecera municipal, en una desviación de la carretera Mérida-Campeche.
Cuenta con diversas historias, entre ellas la visita del expresidente Porfirio Díaz en 1906, razón por la cual se realizaron diversas edificaciones.

Forma parte de una combinación entre el pasado, presente y futuro, pues une a estos aspectos en un solo lugar.
¿Qué son los Uays, leyendas de Yucatán?
La leyenda de los "uays" en Yucatán se refiere a seres míticos de la cultura maya que según diversas leyendas, aún habitan en la entidad.

Originalmente, "uay" era un "espíritu acompañante" que compartía la esencia con una persona, pudiendo ser un animal, objeto o fenómeno. T
ras la conquista, la palabra pasó a ser sinónimo de brujo o hechicero que se transforma en animal, especialmente en la noche, para realizar magia negra o visitar lugares distantes, como en el caso del Uay Chivo o el Uay Peek.