El cierre del año trae alivio económico para miles de familias yucatecas: aguinaldo, cajas de ahorro y pagos acumulados permiten enfrentar gastos, saldar deudas o incluso pensar en ahorrar. Sin embargo, ese ingreso extraordinario llega en uno de los momentos más riesgosos para el bolsillo. Mientras circula más dinero, también crecen los fraudes, las estafas digitales y los cargos indebidos que, en cuestión de minutos, pueden vaciar cuentas enteras.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) encendió las alertas: Yucatán vive en 2025 un repunte histórico de fraudes financieros, con miles de familias afectadas por cargos no reconocidos, transferencias no autorizadas, compras en línea inexistentes y créditos que nunca solicitaron.
Durante el primer semestre del año, la Condusef estatal recibió más de 3 mil reclamaciones formales, con montos reclamados que superan los 87.5 millones de pesos. El 70% de las quejas está relacionado con operaciones digitales, y el crecimiento de los fraudes alcanza un 40% respecto al año anterior.
Este fenómeno no ocurre en el vacío. Coincide con una temporada en la que muchos trabajadores reciben entre 12 mil y hasta 75 mil pesos, sumando aguinaldo, cajas de ahorro y salario, de acuerdo con estimaciones de la propia Condusef.
Estafadores cambiantes
La modalidad de los estafadores es cambiante: suplantan identidades de bancos o instituciones oficiales, envían mensajes por WhatsApp o correos con apariencia legítima, piden datos sensibles o anticipos para trámites inexistentes, y prometen “beneficios” engañosos.
De acuerdo con la delegación estatal, la principal causa de reclamos tiene un rostro claro: el fraude cibernético. El crecimiento del comercio electrónico, las transferencias inmediatas y la expansión de apps bancarias generaron nuevas oportunidades… y también nuevos riesgos.
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Los casos más comunes, según Condusef, son: cargos no reconocidos en tarjetas de crédito y débito; cuplantación de identidad, especialmente en plataformas móviles; “phishing” y “vishing”, a través de mensajes que simulan ser del banco, y cobros excesivos o duplicados en compras digitales.
La institución advierte que gran parte de las víctimas cayó en enlaces falsos enviados por WhatsApp y SMS que reproducen con exactitud la imagen oficial de las instituciones financieras.
Dinero en mano, riesgo en aumento
Osmaida Santiago Leonel, titular de la Condusef en Yucatán, advirtió que más del 90% de las personas que reciben estas prestaciones comete el mismo error: gastar sin planeación, adquirir nuevas deudas y, en el peor de los casos, exponerse a fraudes que terminan por agravar la situación financiera al inicio del año.
“El aguinaldo no fue creado para endeudarse más, sino para cerrar el año con estabilidad”, explicó. Sin embargo, el aumento del comercio electrónico, las transferencias inmediatas y el uso cotidiano de aplicaciones bancarias han abierto la puerta a nuevas formas de engaño.
Mensajes de WhatsApp o SMS que aparentan ser del banco, enlaces falsos que replican con exactitud páginas oficiales, llamadas donde supuestos ejecutivos “ayudan” a resolver un problema inexistente, y financieras sin registro que prometen préstamos inmediatos, son hoy parte del paisaje cotidiano.
Adultos mayores, los más golpeados
Uno de los focos más delicados es el impacto en adultos mayores. Muchos no revisan estados de cuenta digitales o confían en interlocutores que se presentan como empleados bancarios. En Yucatán, 35% de los reclamos por banca múltiple provienen de este grupo, según cifras oficiales.
Las historias se repiten: una nómina vaciada tras dar clic a un enlace falso; una tarjeta cambiada en un cajero; un crédito “aprobado” que jamás se solicitó. Cada caso representa más que una cifra: es el ahorro de toda una vida puesto en riesgo.
A la pérdida económica se suma, en muchos casos, una experiencia frustrante con la banca. Usuarios relatan procesos largos, respuestas ambiguas y la carga de probar que no realizaron operaciones que nunca autorizaron.
Aunque algunas instituciones restituyen los recursos, otras niegan responsabilidad. El resultado es una sensación de indefensión que erosiona la confianza en el sistema financiero.
En Mérida, una mujer de 54 años denunció que le retiraron más de 18 mil pesos tras abrir un enlace que simulaba ser del banco donde recibe su nómina. “El mensaje decía que habían bloqueado mi tarjeta por seguridad. Le di clic y en minutos me vaciaron la cuenta”, relató.
Un jubilado de Kanasín perdió sus ahorros luego de entregar su tarjeta a quien creyó era un empleado bancario en un cajero automático. “Me dijo que el cajero estaba fallando y él sabía qué hacer. En realidad me la cambió”, explicó. Ambos casos siguen en proceso de resolución.
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Créditos fantasma y financieras “patito”
Otro fenómeno en auge es el otorgamiento de créditos que las personas nunca solicitaron, un esquema que –según autoridades– mezcla robo de datos personales y manipulación desde call centers clandestinos.
Además, la Condusef detectó un aumento en las quejas contra financieras no reguladas, muchas de ellas instaladas únicamente en redes sociales, que prometen préstamos fáciles a cambio de un pago inicial que nunca regresan.
“Estamos ante un mercado donde operan instituciones sin domicilio claro, sin registro, sin supervisión y que captan a personas en situación de necesidad”, señaló personal de la unidad de atención.
Educación financiera: la otra línea de defensa
Frente a este escenario, la Condusef insiste en que la prevención es clave, especialmente en esta época del año. Recomienda revisar movimientos bancarios cada semana, no compartir datos personales, verificar que las instituciones estén registradas oficialmente y reportar cualquier anomalía de inmediato.
Santiago Leonel subraya la importancia de usar el aguinaldo con estrategia: aplicar la regla 50/30/20, destinar una parte al ahorro, otra a necesidades básicas y solo una fracción a gastos no esenciales.
“El objetivo es empezar el año sin deudas, sobre todo las de tarjeta de crédito, que son las más costosas”, enfatizó.
Un desafío que no da tregua
Si la tendencia continúa, Yucatán podría cerrar 2025 entre los estados con mayor incidencia de fraudes financieros per cápita. Mientras tanto, miles de familias enfrentan una paradoja: reciben más dinero, pero también están más expuestas a perderlo.
En esa delgada línea entre el ingreso extra y el engaño, la información, la cautela y la educación financiera se convierten en las mejores herramientas para proteger lo que cuesta meses –o años– ganar.