
En el reino de los frutales existen múltiples formas y colores, que son la manifestación de intrincados procesos naturales. En Latinoamérica, es común que a cada fruto o planta se le asigne una propiedad medicinal, y aunque en algunos casos su efectividad no se encuentra comprobada, las personas mantienen la fe en los supuestos beneficios curativos.
Nativo de Sudamérica, la ubre de vaca o cojón de gato (Solanum mammosum), es una especie poco convencional. Su fruto es venenoso y crece en arbustos que pueden alcanzar 1.5 metros de alto. La planta se considera poco común y tiene la capacidad de desarrollarse en zonas perturbadas.
Aunque ha sido introducida a Yucatán, su presencia es escasa y existe una amplia probabilidad de que sea poco conocida. De acuerdo con la plataforma de ciencia ciudadana Naturalista, en la entidad suman únicamente tres registros, uno al interior de la zona arqueológica de Uxmal, otro en la zona arqueológica de Sayil, y uno más hacia el Oriente, cerca de la ciudad de Valladolid.
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Tres frutales mayas que podrían desaparecer en Yucatán por la falta de cultivo y el desconocimiento
Propiedades medicinales ¿Son ciertas?
A pesar de que el fruto no es apto para el consumo humano debido a que concentra la presencia de alcaloides tóxicos, en algunas regiones se tiene la creencia de que partes de la planta o la infusión de sus frutales, pueden ser usados para tratar infecciones cutáneas, inflamaciones o dolencias respiratorias. Es importante mencionar que no se recomienda su uso medicinal sin supervisión.